CARTAGENA. Hace tiempo que los videojuegos dejaron de ser una opción de ocio exclusiva para los jóvenes o adolescentes. Sin embargo, y pese que los eSports o plataformas como Twitch congregan a cientos de miles de personas en todo el mundo, la industria del videojuego en España aún sigue siendo débil. Una situación que agrava en la Región, que supone apenas el 2% de los estudios de desarrollo de videojuegos, muy por detrás de las vecinas Andalucía (15,7%) y Valencia (12,2%), y a años luz de Madrid o Barcelona (24,7 y 28% respectivamente).
Poco a poco, se van dando los pasos para la creación de un tejido industrial que permita a este tipo de empresas poder vivir exclusivamente del videojuego. Por el momento, muchos desarrollan sus proyectos de forma algo altruista, con recursos propios, mientras su principal fuente de ingresos corresponde a empleos relacionados como programadores informáticos. "De momento somos muy poquitas. Yo conozco a pocas. Muchas son unipersonales, con pocos empleados. El problema de este tipo de empresas es que tardas mucho tiempo, unos dos o tres años, en desarrollar un proyecto. Y, claro, durante ese tiempo necesitas seguir teniendo ingresos", afirma Eduardo Saldaña, de la startup Sons f a Bit, cofundador junto a su hermano Alberto, y que recientemente fue finalista del South Summit Madrid 2020. Algo que reafirma Marco Antonio Palacios con su startup Markanime Studios, mentorizada por el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Cartagena (CEEIC). "En mi caso somos una startup pero no vivo de esto ahora mismo. Estamos de forma desinteresada un chico de Barcelona, una chica de aquí de Murcia y yo. Empezó siendo una pasión ante la falta de trabajo. Lo que siempre he tenido claro es que no quiero hacer el trabajo para otros, quiero crear mis propios proyectos".
La juventud es la principal característica entre las empresas del sector en España, ya que el 80% de las empresas de videojuegos en España tiene menos de diez años. Además, el 61% de ellas factura menos de 200.000 de euros al año y el 89 % de las empresas españolas de videojuegos factura menos de dos millones de euros al año. Pese a su reciente nacimiento, algunas de las compañías de la Región ya han cosechado éxitos, como la propia Farlight Games, que con su proyecto Farlight Explorers vendió más de 8000 unidades en el extranjero y ha realizado otros títulos y aplicaciones para la plataforma de streaming Twitch. "Nacimos en 2015, aunque fue en 2011 cuando nace la idea de poder crear una empresa, ya que entonces los motores gráficos empezaban a ser entornos más abiertos y más fáciles de usar para un usuario sin conocimientos previos", afirma David Garcerán, cabeza visible de la compañía. O Markanime Studios, que se llevó el premio a el premio satírico 'Try Again' se lo llevó el juego El Silla Arcade Edition en Indie Developer Burger Awards de 2019.
El público al que se dirigen no está acotado de inicio, aunque suelen ser entre los 17 y los 27 años. "En nuestro caso tenemos perfiles distintos, entre los que llamamos 'kluesters', que son hombres, a los que les suele gustar los juegos de rol, y los jugadores, donde tenemos un perfil más equilibrado. Esperamos ir ampliando nuestro público", señala Saldaña, de Sons of a bit. "Buscamos un público joven, algo gamberro, con gusto por el anime japonés, que le gusten los juegos de Nintendo", señala por su parte Marco Antonio, de Markanime Studios. "Nuestros títulos para PC y aplicaciones para Twitch se dirigen a un público adulto. La plataforma a la que estamos enfocados ahora es PC, pero no se descarta el salto a consolas", añaden por su parte desde Farlight Games.
En lo que todos coinciden es en la dificultad, en estos momentos, de poder vivir del videojuego en la Región y en España. "En general es muy difícil vivir de los videojuegos, son productos que requieren mucho tiempo de desarrollo y que no te aseguran un retorno del capital, ya que no dependen de que el producto sea perfecto técnicamente si no que artísticamente sea atractivo. No obstante, es más fácil desarrollar estos productos en regiones donde el coste de vida es inferior que en las principales ciudades de España, por ejemplo Murcia", afirma Garcerán. "Estamos en el nacimiento. Los motores de desarrollo ahora son más abiertos. Poco a poco se va recibiendo más apoyo de las instituciones", señala por su parte Saldaña. "En mi caso aún no puedo vivir de esto. La mayoría somos autofinanciados, por lo que el crecimiento es paulatino".
Entre las dificultades que vislumbran para no crecer más rápido, los creadores de la Región apuntan en dos vías: la falta de formación específica desde la etapa universitaria y la larga sombra de los videojuegos internacionales. “La gran dificultad es que no se apuesta desde una edad temprana en este tipo de formación. Además, muchas veces se intentan hacer cosas muy grandes sin los recursos suficientes”, afirman desde Markanime Studios. "En España se consume mucho videojuego, pero poco producto nacional", señalan desde Sons of a bit.
Respecto al futuro de este tipo de compañías, avisan los desarrolladores del peligro que existe de que el talento que se genera aquí se marche fuera por falta de oportunidades en su tierra. "En Murcia hay mucho talento y cada vez hay más estudios de videojuegos con grandes propuestas, yo creo que cada vez estamos más cerca de mostrar un título (juego) al mundo que nos situé como un lugar óptimo para desarrollar videojuegos", señalan desde Farlight Games. "Hay que evitar que el talento se vaya fuera. Un ejemplo a seguir es el de Canarias, que con bajadas de impuestos están incentivando a que muchas empresas instalen allí su sede, lo que redunda en un mayor crecimiento del tejido empresarial", afirma Marco Antonio.
Pese a que consideran que se va por el buen camino, si reclaman un mayor apoyo desde las instituciones. "Nos dijeron que nos iban a prestar ayuda, pero esa ayuda aún no ha llegado. No entiendo porque el cine, por poner un ejemplo, recibe más ayudas que nosotros. Si miramos a Francia, la diferencia es brutal", señala Saldaña. "Creo que cada vez la gente en general está tomando conciencia de que los videojuegos son y pueden llegar a ser una industria que genere muchos puestos de trabajo", añade Garcerán. En la era de los videojuegos, la industria de la Región alza la voz.