Foto: EP.MURCIA. El turismo, el ocio y la hostelería se alzan como un foco de luz para la economía regional, que vivirá un 2024 marcado por la desaceleración en su crecimiento. Junto a ellos se posicionan la industria agroalimentaria y los servicios financieros y de seguros como los sectores con mejores perspectivas para el recién comenzado 2024.
Al menos, así lo indica el Barómetro elaborado por el Colegio de Economistas de la Región, donde se especifica que un moderado crecimiento del turismo y la hostelería han propiciado un rebote en este 2024, donde se espera que remonte todo el terreno perdido en años anteriores, donde la inflación y la pandemia habían impedido que brillara con todo su esplendor.
Por el contrario, las actividades sanitarias y las nuevas tecnologías de la información, dos servicios que se habían posicionado como esenciales en tiempos del coronavirus, se prevé que pierdan fuelle en el primer semestre del año. Esto se debe a que experimentarán el efecto opuesto, pues una vuelta a la normalidad les supone un retroceso en su negocio, que quedará estabilizado de esta forma.
"Seis de los diez sectores analizados mejoran su resultado y encontramos una vuelta a la normalidad generalizada, con un retroceso en los sectores que se vieron impulsados en tiempos de pandemia. La valoración conjunta de todos ellos es de 2,62 puntos sobre 5 posibles, lo que supone un resultado positivo pero inferior al del ejercicio precedente", expuso José Carlos Sánchez, director del Barómetro, durante su presentación.
Por otro lado, la "insuficiencia de recursos hídricos" pasa a ocupar la primera posición como la debilidad más acuciante de la Región, desbancando así al déficit de infraestructuras, que ha sido durante muchos años la principal fuente de preocupaciones del sistema productivo murciano.
También a un nivel similar, con alrededor del 50% de los encuestados mostrando su preocupación, se sitúan los elevados niveles de endeudamiento público y privado y los bajos niveles de renta per cápita y la productividad.
De hecho, Ramón Madrid, decano del Colegio de Economistas, apunta a la falta de productividad como uno de los principales asuntos a abordar en la Comunidad: "Reducir la jornada laboral no es malo de por sí, pero hay que aumentar la productividad para mejorar el crecimiento de la economía regional", señala.
Por el contrario, la capacidad exportadora de los empresarios sigue en cabeza como la principal fortaleza de la Región según señala un 77,2% de los encuestados (+4,2 puntos respecto al año pasado). Le siguen de cerca los recursos naturales propicios para el desarrollo de actividades económicas, la cultura empresarial junto al dinamismo emprendedor y la existencia de una cultura tradicional del agua que propicia su ahorro y eficiencia, en contraposición a la ausencia de recursos hídricos.
De un máximo de 5, la puntuación media de la situación económico-financiera actual es de 2,89, valor superior en dos décimas al obtenido en el Barómetro de diciembre del año anterior. Esta cifra debe interpretarse como una situación neta negativa, si bien se frena la caída iniciada en 2022 y se recuperan los valores de diciembre de 2021, antes de la inflación y la guerra de Ucrania.
Cabe resaltar que son las familias las que más están sufriendo las inclemencias de los mercados, pues se sigue registrando un notorio descenso en el consumo que actúa como lastre de la economía regional. Así, el 54% de los encuestados consideran que este disminuirá frente al 4,4% que apuesta por su repunte, mientras que el 41,6% restante espera que se mantenga sin cambios.
En conclusión, lo cierto es que la mitad de los economistas encuestados consideran que la situación económica de la Región empeorará, frente a un 40% que considera que se mantendrá estable y un 10% que se muestra más optimista. Así, muestra una puntuación de 2,55 sobre 5 en relación a los próximos seis meses, superando así al 2,37 de España pero por debajo del 2,75 de la Unión Europea.
Por otro lado, la desigualdad entre géneros sigue presente en las empresas de la Región de Murcia, donde el techo de cristal, la brecha salarial y las jornadas reducidas actúan como principales causantes de las diferencias entre hombres y mujeres.
Dentro del bloque de coyuntura, referido a mujer y economía, 2 de cada 3 de los encuestados está más de acuerdo con la afirmación referida a que “Las condiciones laborales de hombres y mujeres son desiguales, pero se han ido aproximando en la última década”, una evolución similar a la que se registra en el resto de España.
