MURCIA. La histórica Hacienda de Roda, en San Javier, está a la venta por 3.250.000 euros. Así figura en distintos portales inmobiliarios y confirma a Murcia Plaza la agencia sueca Fastighetsbyran, encargada de buscar comprador para este inmueble, cuya historia se remonta a la Edad Media y al primer asentamiento de población en esta zona del municipio.
"Impresionante". Así califican los vendedores este emblemático caserío, cuyo edificio principal, construido a principios del siglo XVII, se eleva sobre los cimientos de una pequeña fortaleza del siglo XV de la que aún se conserva la base de su muralla; la misma que tras varias reconstrucciones sigue protegiendo la hacienda.
Son muchos los posibles usos que podría tener la señorial hacienda -que no tiene un único propietario, sino que pertenece a un numero elevado de herederos- siendo el turístico y el urbanístico los que más interés podrían despertar entre los posibles compradores. Y es que el caserío incluye 953 m2 construidos y una parcela de 15.545 m2 con unos "idílicos jardines". Además, añaden los promotores, 8.500 metros cuadrados de terreno se han calificado de urbanos, por lo que se podría construir en ellos "hasta un máximo de 74 viviendas de cualquier tipo".
Destacan en la descripción del inmueble que desde la primera planta de la casa principal, con una portada del siglo XVIII en forma de retablo, se accede a un gran patio central y a una casona coronada por una torre con magníficas vistas, que se comunica exteriormente con la ermita de Roda. Asimismo, que la casa grande consta de 18 dormitorios y nueve baños, un gran salón-comedor, un salón biblioteca, una cocina con despensa y una zona de lavadero en la parte trasera. A la entrada se encuentra una oficina en planta baja con tres dormitorios y un baño en la planta superior. Cuenta, además, con dos bungalows independientes.
De este emblemático caserío de San Javier, se dice en la página Región de Murcia Digital que está vinculado a uno de los primeros pobladores de esta zona, dedicado desde antiguo a la agricultura, cuya casa de labranza daría lugar a este núcleo de población. Recuerda, en este sentido, que en 1265 Jaime I el Conquistador atendió al requerimiento de su suegro, Alfonso X, para participar en la reconquista de Murcia. "Entre los caballeros aragoneses que le acompañaron figuraba don Guillén de Roda, procedente de Roda de Isábena, en Huesca. En la Edad Media el traslado de nobles y guerreros entre los reinos de Navarra y Aragón fue constante, lo que explica que el mencionado conde, navarro de origen, acompañase al rey en su conquista del reino hispano-islámico".
Asimismo, se explica que estas familias adquirieron, bien por el repartimiento de Alfonso X o por censo, "tierras que, aunque no fuesen explotadas en el momento, conservaron unidas a sus estirpes; y, cuando las condiciones fueron propicias, construyeron en ellas sus caseríos y comenzaron el cultivo de su parcela". Así, Jiménez de Gregorio, autor de El municipio de San Javier en la historia del Mar Menor, hace mención de la familia Roda como uno de los primeros adelantados de la repoblación, cuya llegada sitúa en 1374.
El edificio principal de la hacienda que dio lugar al pueblo de Roda fue construido entre 1610 y 1620, sobre otra anterior de finales del siglo XV. Infoman, igualmente, que al proceder en 1997 a la restauración de la parte noble se encontraron restos de terrazo del antiguo pavimento datado en el primer tercio del siglo XVIII y se demostró que los muros exteriores que dan al jardín, de unos 70 centímetros de grosor en la planta baja, están asentados sobre otros muy anteriores, avalando que el edificio del siglo XV era una fortaleza. Esto se explicaría por la inestabilidad que los ataques berberiscos otorgaban a la zona, siendo habitual que los labradores se cobijaran en casas de labranza defensivas.
Respecto a la ermita de Roda (donada al Obispado), que se comunica exteriormente con la casona, cabe señalar que su construcción se atribuye a Jaime Bort, el autor de la fachada de la Catedral Murcia, y que en su interior hay dos espléndidos óleos de Mariano Ballester.
También se hace eco de esta singular hacienda la Guía Repsol, que pone el acento -además de en su arquitectura e historia- en "su increíble jardín posterior". "De esencia mediterránea, este bello paraje está poblado de palmeras, yucas y cipreses. Las macetas de geranios, junto con los arbustos de hiedra, nos conducen por un camino que finaliza en un pequeño templete de estilo romántico que da cobijo a dos bustos de terracota de Apolo y Ana. El lugar perfecto donde soñar", asegura la guía.
En Murcia Región Digital se señala también que hasta mediado el siglo XX en la finca trabajaban "unos veinte labradores que disponían de cortijo y norias, pagaban la alcábala y traían gallinas, conejos, hortalizas, cereales y vino de muy alta graduación". Desde entonces, la pedanía ha crecido con la construcción de nuevas urbanizaciones, destacando un complejo residencial de lujo que ha atraído a un gran número ingleses.
Otros datos que pueden interesar para planificar el futuro de esta histórica hacienda es que se encuentra a diez minutos en coche del centro comercial Dos Mares y muy cerca del Mar Menor, varios Campos de Golf y diversas escuelas de deportes náuticos.