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La firma cartagenera Konyxagui se adjudica la compra del submarino Siroco para desguazarlo

16/09/2020 - 

CARTAGENA. La empresa cartagenera Konyxagui se ha hecho con el contrato para la adquisición del submarino Siroco, que salió a subasta el pasado mes de julio por cerca de 100.000 euros. 

Josefa Conesa, gerente de la firma dedicada a servicios industriales y navales, desguace de buques y trabajos en plantas cogeneradoras, centrales térmicas, etc.., explica que si bien es la primera vez que trabajarán en desarmar un sumergible, sí que lo han hecho con otro tipo de embarcaciones tanto militares como no, aunque el material sobre el que está construido un submarino lo ha podido hacer más atractivo ahora para la venta.

Los sumergibles tienen el acero como principal material, pero los hace más valiosos cuanto su contenido en níquel sea mayor, por lo que ésta será de las primeras actuaciones que  Konyxagui llevará a cabo en el Siroco: detectar su contenido para conocer qué valor puede alcanzar la venta de desguace del mismo.

El Siroco quedará despiezado en dos o tres meses, aunque aún la Armada no ha efectuado la adjudicación definitiva y quedan los correspondientes permisos para que Konyxagui pueda trasladarlo a otras instalaciones portuarias para proceder a su desguace.

Hay que recordar que el pasado mes de julio hubo una Resolución de la Junta Delegada de Enajenaciones y Liquidadora de Material de Cartagena, por la que se anunció la venta por subasta pública del ex-submarino Siroco cuyo objeto era la venta para desguace y conversión en chatarra por un valor de salida en la puja de 95.713,93 euros.

El submarino Siroco (S-72) fue botado el 12 de diciembre de 1982 y entregado a la Armada española el 7 de diciembre de 1983.

En mayo de 2012 los recortes del Gobierno por la crisis económica hicieron imposible una inversión de al menos 25 millones de euros en un contrato con el astillero de Navantia en Cartagena. La inmovilización definitiva de este submarino llega tras un periodo de incertidumbre marcado por el continuo aplazamiento de la carena entre fallidos intentos de venta a terceros países, como Turquía, Tailandia o Pakistán. Su baja fue definitiva en junio de ese mismo año.

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