MURCIA. En la carrera mundial por conseguir la primera vacuna contra la covid-19, hay una pequeña farmacéutica española, Archivel Farma, fundada por un murciano hace 20 años, Pepe Martínez, y bautizada con ese nombre en homenaje a la pedanía de Caravaca en la que nació su madre y donde pasó gran parte de su infancia. La vacuna se llama Ruti y es un tratamiento para la tuberculosis que la compañía lleva desarrollando desde hace 15 años. Sin embargo, todo apunta a que podría ser eficaz para frenar el coronavirus de una forma diferente al de las vacunas convencionales como la de Pzifer o Moderna, y para probar su efectividad están a punto de comenzar su ensayo clínico en humanos, el primero de una vacuna española contra la covid.
"Soy moderadamente optimista", señala Pepe Martínez sobre la vacuna en la que ha invertido todos sus ahorros a lo largo de 10 años. "Somos muy prudentes, pero personalmente confío en que tendremos resultados positivos y será una victoria tremenda frente a este virus".
La vacuna contra la tuberculosis fue ideada por el científico Pere-Joan Cardona en 2004. Él fue quien convenció a Martínez de que financiase su idea y juntos crearon la nueva compañía para desarrollarla. El murciano, que ha trabajado en EEUU para diversas compañías, conoció de primera mano la relación entre las empresas y los centros científicos y la financiación de proyectos por parte de compañías privadas. "Me quedé muy impresionado con esa filosofía y siempre quise invertir en proyectos que supongan un avance para la humanidad".
La vacuna Ruti ha resultado ser ese proyecto. Su principal objetivo es entrenar la inmunidad innata, es decir, la primera línea de defensa del organismo ante cualquier patógeno, y es inespecífica, a diferencia de la de Pfizer o la de Moderna. Es decir, no genera anticuerpos ante un virus concreto pero sí estimula al sistema inmunológico para que este reaccione dando una respuesta más contundente y rápida ante cualquier infección vírica.
"Tiene la capacidad de inducir la inmunidad entrenada: estimula las células que entran en contacto con el patógeno para que sean más activas", explica Cardona. "Normalmente tienen una respuesta tímida y con esta vacuna son capaces de desplegar toda su capacidad de destrucción de los patógenos. La idea es que la infección sería mucho menor porque reduce la concentración vírica de manera significativa, y con ello su gravedad".
De esa forma, se podría convertir en un arma muy efectiva para minimizar la propagación de la covid, y de cualquier otro virus, así como sus consecuencias sanitarias. Lo que conseguiría es que menos gente se contagie y que, aquellos que lo hagan, lo pasen de forma mucho más leve.
La vacuna ha pasado por muchos vaivenes desde el 2004 y llegó a tocar fondo en 2011, cuando se quedaron sin fondos para continuar con su desarrollo. Martínez, confiesa, se había gastado hasta el último euro de sus ahorros y comenzó a buscar financiación para poder seguir con ella. Fue entonces cuando entró en escena otro murciano, Teodoro García, también de Caravaca. Conoció la historia a través de un artículo en La Vanguardia y decidió apostar por el proyecto. Su inversión le convirtió en propietario del 70% de la empresa, mientras que Martínez se quedó con el 30% restante.
Para el fundador de la empresa la vacuna Ruti tiene, además, otro factor a su favor, que marca la diferencia con otras vacunas con un desarrollo más rápido y breve: su seguridad. "Está sustentada en quince años de trabajo. Es una vacuna fiable, estable e inocua para el organismo, sin efectos secundarios", recalca. Un cambio de paradigma y una alternativa complementaria a las vacunas convencionales que se basan en la generación de anticuerpos, que se podría utilizar sola o como complemento de una vacuna específica.
"Esta vacuna es un producto seguro que se ha probado en animales con éxito, y que consigue una respuesta inmunológica muy buena", explica Olga Rué, Ceo de Archivel Farma, que señala que se ha visto que en los países donde aún se vacuna contra la turberculosis, la incidencia de la covid es un 50% inferior y con menor gravedad. En la actualidad, la BCG es la única vacuna contra la tuberculosis en el mercado, indica, "y nuestra formulación es incluso mejor, por lo que pensamos que debíamos probar si también es efectiva contra la covid".
Además, su papel sería clave si la covid-19 muta o aparece una nueva pandemia, ya que minimiza la gravedad de cualquier infección vírica. "En cualquier caso es útil porque se reduce su severidad", recalca Rué, que confiesa que en la farmacéutica se han preguntado qué hubiera pasado si la Ruti hubiera estado en el mercado cuando comenzó la pandemia. "Creemos que su gravedad hubiera sido mucho menor", indica.
La vacuna se va aprobar en dos ensayos clínicos en humanos, uno en Argentina y otro en España, con unas 350 personas en cada uno de ellos. Para poder realizarlos, han creado un fondo que ya ha recaudado 1,4 millones de euros a través de 700 inversores. Esperan resultados en unos 9 meses y son halagüeños la respecto. "Esperamos validar nuestra hipótesis y que haya una efectividad contra la covid", apunta Rué.
El primero ensayo ya ha recibido la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) de Argentina. Se trata de un estudio de doble-ciego con placebo, de nueve meses de duración, para evaluar la eficacia de la vacuna Ruti en la prevención de la infección y la disminución de la mortalidad por SARS-CoV-2 en el personal sanitario. El estudio se llevará a cabo con 370 trabajadores sanitarios para evaluar su eficacia.
El segundo se llevará a cabo en Cataluña y está pendiente de aprobación por la Agencia Nacional del Medicamento. La propia Generalitat, que financia una parte de la investigación con 200.000 euros, anunció que esta es "la primera del Estado que entra en un ensayo clínico para luchar contra la covid-19".
Aún harán falta nueve meses para saber si el ensayo arroja buenas noticias. Archivel Farma, que ha creado una nueva empresa, Immuni Therapeutics, para desarrollar la vacuna. Si tiene éxito, necesitará el apoyo de una gran farmacéutica para poder fabricarla a gran escala, para lo que ya han diseñado un ambicioso plan de expansión, como indica Rué.
Aunque aún tardará en llegar al mercado, lo importante, como señala Cardona, es que es "una vacuna de fondo de armario", con un amplio espectro de actuación contra infinidad de virus. "Es su mayor interés".