TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

La familia cuadrillera

25/12/2020 - 

Las cuadrillas de música tradicional y las campanas de auroros de la Región de Murcia realizaron sus rituales y fiestas durante los primeros días del año 2020. Festividad de año nuevo, cantos de aguilando el día de la Epifanía del Señor (6 de enero), representación del Auto Sacramental de Los Reyes, fiestas de San Fulgencio y San Antón, con sus rollicos y hogueras de invierno, y la popular festividad de la Candelaria (2 de febrero), sin olvidarnos de los encuentros de cuadrillas, espacios para la fiesta cuadrillera creados a finales de los años 70.

Durante todo el año estas agrupaciones cantan, bailan, se divierten y disfrutan con su música en acontecimientos tan variados como los encuentros de cuadrillas. En estos encuentros participan grupos de música tradicional llegados de varios puntos de nuestra geografía, con la intención de mostrar su folklore musical y sus bailes por jota, malagueña o seguidilla, así como el canto de pascuas y aguilando en tiempo de Navidad. 

En la pedanía caravaqueña de Barranda, allá por el año 1979, se celebró uno de los primeros encuentros musicales, siendo el inicio de este prototipo de fiesta, extendido por toda la geografía murciana y comunidades limítrofes. Después de Barranda, se sumaron otras poblaciones como Aguaderas y Zarcilla de Ramos (Lorca), Patiño, Beniel, La Alberca, La Albatalía, Guadalupe, La Aljorra o Fuente Álamo. Desde hace unos años también este modelo de fiesta se ha desarrollado a lo largo del Levante Español.

Esta Navidad 2020–2021 la familia cuadrillera está triste y apenada, las cuerdas de los guitarros y guitarras, violines y bandurrias, no han sonado en estos peculiares encuentros musicales, en los que hombres y mujeres de todas las edades se reúnen entorno a la música popular de Murcia y la comensalía peculiar de cada punto geográfico de la Región.

Con el deseo que las cuerdas de los instrumentos musicales y las voces de todos los cuadrilleros lancen coplas al cielo, será buena señal de que nuestro folklore sigue vivo.

¡Felices Pascuas!

                                                                                        Tomás García, documentalista.

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