MURCIA. El Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Valencia (COAT Valencia) niega el uso de poliuretano como aislante en la fachada del edificio incendiado este jueves en Campanar, un siniestro que ha dejado hasta el momento cinco fallecidos. Este material ha sido señalado por varios expertos como el causante de la rápida propagación de las llamas, que en solo una hora calcinaron todo el complejo residencial y un inmueble anexo. En un principio se apuntó a la posibilidad de que el poliuretano hubiera sido utilizado como revestimiento para aislar la fachada, una posibilidad que rechazan los profesionales de la arquitectura técnica.
"Nuestra documentación sobre el edificio, sobre el certificado final de obra, indica que el aislante de esta fachada no es poliuretano como se ha dicho, sino un aislante mineral de lana de roca", subrayan para incidir en que, por tanto, no pueden concluir que este sea el motivo de la avidez del fuego. Una información que, además, ha podido comprobar este diario, que ha tenido acceso al documento y a las imágenes sobre la evolución de la obra. Unas fotografías que efectivamente corroboran que se utilizó esa lana de roca para aislar el edificio.
Otra cosa son las placas que se colocan por encima para cubrir la estructura. En ese caso, el edificio llevaba una cobertura metálica de paneles de aluminio unidas con un composite para aportar grosor al laminado del revestimiento y, a su vez, hacer de 'pegamento' entre ellas. En este caso, los expertos no tienen datos exactos sobre el material utilizado. Podría llevar poliuretano u otro tipo de composite. Actualmente, el más común son las lanas minerales. Pero, eso sí, los arquitectos técnicos dejan claro que el aislante de la fachada en ningún caso es este material, altamente combustible, de acuerdo con el expediente de la obra. Por ello, piden "evitar especulaciones" hasta que se esclarezcan los hechos.
Lo que sí está claro es que han influido las características de la fachada junto a las fuertes rachas de poniente de hasta 60 km/h que se registraron en València. "Es un edificio que tiene una fachada ventilada, es decir, que tiene una cámara de aire dentro de lo que sería el cerramiento habitual y el exterior, que hace bonito con placas de aluminio. En un momento dado, las llamas pueden subir por ese espacio y hacer un efecto chimenea, que es lo que probablemente ha provocado la rapidez con la que se han transmitido las llamas", precisa Vicente Terol, presidente del COAT Valencia. Ahora bien, qué materiales han tenido que ver insiste en que "se tendrán que determinar".
No son los únicos que piden prudencia. También lo hacen desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia (Cogiti Valencia), cuya colegiada y experta, Esther Puchades, señaló directamente al poliuretano como causante de la rápida expansión del fuego. En concreto, relató que la fachada estaba revestida interiormente con poliuretano proyectado, un material derivado del petróleo y altamente combustible porque cuando arde se vuelve líquido y prende con mucha velocidad.
Sin embargo, Puchades ahora matiza que "todos los indicios apuntaban al poliuretano como el causante de la voracidad de las llamas y el color del humo", pero recalca ahora que no puede asegurar que sea "ningún material concreto" el causante del siniestro "hasta que no concluya la investigación". "En base a mi experiencia, lo que está claro es que alguno de los materiales de la fachada tiene componentes plásticos, y se inflamó rápidamente, dejemos trabajar ahora a los profesionales para aclarar las causas de este siniestro", afirma la experta que conoce bien el inmueble dado que ha realizado actuaciones de peritaje por algunas incidencias, trabajos que, puntualiza, "no tienen nada que ver con la licencia de obras ni con la legalización del edificio".
En cualquier caso, el poliuretano es un material utilizado en obra para distintos menesteres, entre ellos aislamientos de fachadas y cubiertas, soluciones acústicas o sellados de ventanas junto a lanas de roca u otros materiales. Cierto es que es combustible, pero desde el Colegio de Administradores de Fincas remarcan que "su presencia en el edifico no pone en riesgo inminente de incendio el inmueble". Además, la institución deja claro que la mayoría de edificios existentes en la ciudad "no disponen de fachada ventilada y los que están ejecutados con esta solución constructiva no tienen porque tener poliuretano en su aislamiento".
"El poliuretano es buen material y debe utilizarse siguiendo las instrucciones del fabricante, no es inflamable, pero si combustible de forma que, si acercas una llama y lo calientas, se derrite, se hace líquido y se genera llama y gotea en su combustión", puntualizan los ingenieros técnicos.
Por ello, desde el Colegio de Arquitectos de Valencia, su presidenta Marina Sender hace un llamamiento a la revisión periódica de los edificios y que la sociedad entienda que la conservación y mantenimiento del parque inmobiliario construido no es gasto, sino una inversión para prevenir.
El edificio fue promovido por Fbex, empresa desaparecida tras entrar en concurso de acreedores al no poder hacer frente a una deuda de 640 millones de euros. Las obras se iniciaron en febrero de 2006, con anterioridad al Código Técnico de la Edificación (CTE), que es la normativa actual que rige las edificaciones y que entró en vigor en enero de ese año. Se culminó su construcción el 19 de enero de 2008. Por tanto, el residencial de Campanar, recalcan los expertos, "cumple con la normativa vigente".
"Nuestro país tiene unas normas de construcción tremendamente restrictivas y exigentes y, en concreto, la Comunitat Valenciana ha sido pionera en controles de calidad", remarcan los arquitectos técnicos.
Además, a raíz del incendio de Londres, se efectuó una modificación en el Código Técnico en 2019, que aumentó las exigencias respecto a los materiales y las fachadas ventiladas como la de Campanar, exigencias que se incrementan según la altura del edificio a través del uso de cortafuegos por plantas para evitar este tipo de catástrofes. Así, en edificios de esta altura, las cámaras ventiladas se deben interrumpir en continuidad, por ejemplo, de forma que queden segmentadas y no sean continuas.
En cualquier caso, lo que tienen claro muchas entidades colegiales y expertos es que este siniestro va a suponer "un antes y un después" y podría derivar en una revisión de la normativa actual para perfilarla aún más y anticiparse a nuevos riesgos y siniestros.