LORCA (M. P. | EFE).- Cuentan que Margarita Lozano era lo más alejado a una diva, que no le iba para nada el mundo del famoseo ni la popularidad, a pesar de haber trabajado con los más grandes directores de cine español e italiano. Ella lo que amaba era su trabajo, sin más. Y con esa discreción con la que vivió la universal actriz lorquina ha sido despedida este martes en Lorca, la tierra a la que eligió volver para pasar el final de su vida.
Medio centenar de familiares y amigos han despedido este martes a la actriz Margarita Lozano en un funeral íntimo oficiado en la pequeña ermita de Nuestra Señora de El Carmen de la aldea marinera de Puntas de Calnegre, en la costa de Lorca, en la que vivió su retiro durante las últimas décadas.
El féretro con sus restos mortales llegó al templo en un coche fúnebre con tres coronas de flores del Ayuntamiento de la ciudad, de la presidencia de la Asamblea Regional y del Paso Azul minutos antes de las once de la mañana.
En los primeros bancos, además del hijo de la actriz, Francisco Magno Lozano, se vio al alcalde, Diego José Mateos, acompañado de la concejala de Cultura, Ángeles Mazuecos.
El círculo de amigos más íntimos que rodeó a la artista en sus últimos años la arropó también en su despedida, a la que no faltaron gentes del mundo académico y de la cultura como el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Murcia, Joaquín Cánovas, que también fue siempre cercano a la artista.
También algunos vecinos de Lorca que cultivaron la amistad con la actriz casi desde su infancia, como las hermanas de la escritora Maruja Sastre, recientemente fallecida, quisieron despedir a la artista junto a ciudadanos del pequeño poblado de Calnegre con los que convivió durante más de 30 años.
El cuerpo de la Ramona de Viridiana ha sido inhumado después en el cementerio de la vecina pedanía de Ramonete, a solo unos kilómetros de la Casa Azul en la vivió mirando al Mediterráneo los últimos años de su vida.
"Nos ha dejado la maravillosa actriz Margarita Lozano, que perteneció a una generación de grandes creadores. Siempre en el recuerdo", escribía Ana Belén sobre la lorquina, cuyo fallecimiento ha sido recogido también por la prensa internacional, especialmente la italiana, donde no solo rodo importantes películas, también participó en importantes montajes en los cincuenta y sesenta.
Margarita Lozano, que durante gran parte de su vida vivió y trabajó en Italia y España, habría cumplido 91 años el próximo 14 de febrero. Nacida en Tetuán en 1931, su familia se trasladó a Lorca años después y en esta ciudad debutó en el teatro con solo 15 años.
El ayuntamiento, que decretó tres días de luto oficial por su muerte, le concedió el título de hija adoptiva en 2014 y una alameda en el centro de la ciudad lleva su nombre.
Icono del cine español del siglo XX fue también una 'rara avis' dentro del sistema de las estrellas, ya que siempre fue reservada y esquiva con los medios de comunicación.
Trabajó con algunos de los más grandes de su época como Buñuel, Pasolini, Leone, Camus o los hermanos Taviani y sobre las tablas de los teatros dio vida a poderosas mujeres, la última de ellas el personaje de Poncia en La casa de Bernarda Alba de García Lorca hace 15 años.