CARTAGENA. La Cámara de Comercio, Industria, Navegación y Servicios de Cartagena ha presentado una serie de alegaciones y un análisis del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), exponiendo varios puntos clave que considera esenciales para que el plan pueda beneficiar verdaderamente a la ciudad y su comarca.
La institución señala la necesidad de una Cartagena más competitiva, y uno de sus primeros llamados es hacia la simplificación y claridad. La complejidad técnica del lenguaje y la falta de cohesión en la nomenclatura actual de los documentos pueden obstaculizar la comprensión del Plan, por lo que se pide una actualización en el formato y una cartografía más precisa.
Uno de los aspectos destacados es la consideración del suelo urbano consolidado. La Cámara reclama que las construcciones que cumplan con los requisitos establecidos por la normativa estatal y autonómica se incluyan en este suelo, y que los núcleos rurales tengan oportunidad de crecer ordenadamente. Asimismo, sugiere que los suelos urbanos en ejecución sean formalmente reconocidos, para que no se paralicen proyectos en marcha.
En cuanto a la expansión urbana, la Cámara plantea que ciertas zonas periféricas –como las inmediaciones de Santa Lucía hasta la Batería de San Isidoro– deberían destinarse a usos residenciales, con el fin de enriquecer la fachada marítima y aprovechar mejor el espacio frente al Puerto de Cartagena.
La Cámara de Comercio también ha propuesto que se reconsidere la limitación de diez alturas en nuevos desarrollos, argumentando que una edificación más intensiva podría liberar más espacios para el disfrute público. Sin embargo, la entidad también exige respeto hacia las características del entorno, sugiriendo que las zonas de protección del Mar Menor no deben ser empleadas como excusa para detener desarrollos que, a su juicio, no suponen un riesgo comprobado para la laguna.
La preocupación por el Casco Antiguo es otro punto fuerte: la Cámara sostiene que el centro histórico de Cartagena necesita normas específicas que lo revitalicen, evitando que siga cayendo en el abandono. Asimismo, plantea que la zona oeste del municipio tiene un potencial turístico aún sin explotar y que debería ganar espacio para su urbanización, ampliando la oferta de suelos para proyectos turísticos y reubicando el suelo protegido.
La Cámara se ha ofrecido a colaborar con el equipo redactor para que los aspectos expuestos se integren en la versión final del plan, dejando claro que este es un esfuerzo colectivo en pro del futuro de la ciudad y de la calidad de vida de sus habitantes.