La Caja Rural de Fuente Álamo bate récords hasta junio y pone rumbo al millón de euros de beneficios

MURCIA. De 'dulce', batiendo todo los registros y con la mira puesta en terminar el año con cifras históricas. Así están las cuentas de la Caja Rural Regional de Fuente Álamo en este primer semestre de 2023, que deja sus mejores datos en mucho tiempo. La entidad de crédito no sólo duplicó sus ganancias con respecto al mismo periodo del año pasado, sino que, además, sus beneficios superan ya, en apenas seis meses, a todo lo registrado durante el 2022.

En concreto, la oficina de San Agustín con sede en Fuente Álamo obtuvo unas ganancias de 801.630 euros durante el segundo trimestre, tal y como consta en el balance de resultados publicados por la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNAAC), consultado por Murcia Plaza. Se trata de un incremento considerable con respecto a los mismos meses de 2022: entonces el beneficio era de 355.442 euros. Es decir, el avance es de un 125%. 

Además, la cifra actual de 801.630 euros supera a la registrada durante todo el ejercicio pasado, que se cerró en 784.632 euros, como así publicó este diario. Esta tendencia invita a pensar que los resultados de Caja Rural pueden aspirar al millón de euros, de confirmarse este ritmo de crecimiento. Si lo logra, superaría los números previos a la pandemia, pues en 2019 ganó 865.305 euros. La crisis del coronavirus provocó una caída de los beneficios, hasta 445.183 euros. Desde entonces ha ido mejorando, con 549.326 euros en 2021 y los mencionados 784.632 euros en 2022.

La entidad, además, ha conseguido 3.901.778 euros por ingresos en intereses, un 114% más, según detalla la UNAAC, una patronal del sector que integra a más de dos tercios de las cajas rurales españolas. Asimismo, el margen bruto (el margen antes de impuestos entre ventas y costes) llegó a los 4.763.392 euros, un 63,06 más.

Por otro lado, el margen de intereses alcanzó los 3.639.409 euros, un 123,49% más; es decir, la diferencia entre los ingresos financieros y los costes financieros; o dicho de otro modo, la diferencia entre los ingresos por préstamos, créditos e hipotecas y los pagos por los depósitos bancarios.  

Esta buena senda, como así ha ido relatando este periódico, confirma que las cajas rurales son las firmes animadoras del sector financiero, ya que incluso atraen más clientela procedente de otras entidades. Todo ello en un sector marcado por el cierre de oficinas y las prejubilaciones, algo que no ocurre en el ámbito cooperativista. "Si algo define el modelo de las cooperativas de crédito y que nos empuja diariamente a seguir creyendo en él son las personas, nuestra cercanía con el socio y el cliente y la presencia en el medio rural", así lo señalaba el presidente de la Unacc -y de Caja Rural Central de Orihuela- Manuel Ruiz Escudero en la asamblea general de este año.