CARTAGENA. La Autoridad Portuaria de Cartagena se embarca en un nuevo proyecto de reforma de la fachada de su emblemática sede central, situada en la Plaza Héroes de Cavite. Esta intervención, con un presupuesto de 662.461,92 euros, busca no solo restaurar la belleza arquitectónica de un edificio con protección de grado 2 (estructural), sino también preservar su integridad histórica y funcionalidad para futuras generaciones.
El edificio está catalogado y en un entorno de B.I.C. de la plaza que se encuentra delante de su fachada principal; plaza de Héroes de Cavita y Santiago de Cuba. Por tanto, es un edificio antiguo que presenta patologías habituales en este tipo de construcciones: fisuras en revocos, humedades, corrosión en rejas, manchas, grafitis, roturas de aplacados de piedra, etc., que requieren una reparación inmediata. Desde la Autoridad Portuaria de Cartagena consideran que no es conveniente dilatar una intervención en este tipo de construcciones.
El origen del edificio administrativo de la Autoridad Portuaria de Cartagena se remonta a principios del siglo XX. La primera referencia al proyecto de construcción data de 1907, cuando se elaboraron los primeros planos destinados a los servicios públicos portuarios. El encargo fue realizado al arquitecto cartagenero Francisco de Paula Oliver Rolandi. El terreno seleccionado para su construcción era de nueva creación, formado sobre terrenos ganados al mar después de rellenar la zona del antiguo puerto junto al muelle del siglo XVII conocido como "El Puntal".
Las obras avanzaron y, para 1925, el edificio estaba casi terminado. Los contratistas encargados de la construcción fueron Pedro Marín para albañilería, Carvajal Hermanos para prefabricados, Antonio Miguel como marmolista y Luis Pérez Ayala, también marmolista. El 28 de septiembre de 1925 se aprobó un segundo proyecto reformado, y las obras se continuaron hasta su finalización, siendo el edificio recibido oficialmente el 20 de octubre de ese mismo año, aunque no fue inaugurado de forma oficial hasta 1926. Este proyecto incluyó planos detallados de las plantas baja y primera con su distribución final.
El edificio posee varios elementos de interés arquitectónico que destacan por su valor histórico y estético. Entre estos se incluyen las contraventanas, la cerrajería, molduras, frontones, el remate final superior y las farolas. La fachada, compuesta por diversos materiales, ha mostrado diferentes grados de deterioro debido al paso del tiempo y las inclemencias del clima.
De esta manera en el zócalo se pueden ver fracturas en la piedra gris natural en las fachadas, mientras que el revestimiento de piedra caliza se pueden observar manchas, suciedad y marcas históricas de metralla. Quizás sea el daño más generalizado y de mayor relevancia, que siendo como es, un problema de carácter fundamentalmente estético, sede ser intervenido. Se muestra en paños verticales en las zonas debajo de los balcones, allí donde el agua no lava la fachada, siendo los paños donde sí la lava de un tono mucho más claro.
El arquitecto que ha elaborado el proyecto previo indica que aparecen impactos de metralla -de la Guerra Civil- con una configuración muy reconocible de un centro o núcleo hundido con un perímetro circular en forma de cono. Suelen tener entre diez y quince centímetros de diámetro. Consideramos que estos impactos deben permanecer ya que no tienen ninguna repercusión en la fachada del edificio y lejos de suponer un inconveniente estético, aportan información histórica que nos ilustra sobre acontecimientos acaecidos en la ciudad y en este lugar más concretamente.
Las rejas de hierro fundido se encuentran con corrosión y balcones de hormigón con signos de oxidación en sus armaduras internas. La cornisa se encuentra en buen estado tras restauración reciente, pero con cableado y iluminación que requieren actualización.
La propuesta de intervención se enfoca en una restauración meticulosa que respete y conserve los elementos originales del edificio, siguiendo criterios de conservación rigurosa debido a su estatus protegido.
Se realizará una limpieza a fondo del zócalo utilizando técnicas de limpieza húmeda para eliminar la suciedad acumulada y los grafitis, asegurando que la superficie recupere su aspecto original. Además, las rejillas de ventilación y las puertas de registro deterioradas serán sustituidas por nuevas unidades, garantizando un adecuado funcionamiento del sistema de ventilación y acceso.
La piedra caliza será limpiada y consolidada para reforzar su estructura. Posteriormente, se aplicará un tratamiento hidrofugante para protegerla de la humedad y prevenir futuros deterioros.
Se llevará a cabo una limpieza exhaustiva del revoque pintado y se aplicarán nuevas capas de pintura a base de cal o silicato, respetando los colores y acabados originales para mantener la estética del edificio.
Las rejas serán tratadas con un producto anticorrosivo para prevenir la oxidación, mientras que los balcones recibirán una capa de emulsión impermeable que garantizará su protección contra la humedad y las inclemencias del tiempo.
La cornisa será limpiada a fondo y el sistema de iluminación decorativa se actualizará para mejorar la visibilidad y destacar los detalles arquitectónicos durante la noche.
Por último, los escudos y metopas decorativas serán saneados, eliminando los anclajes corroídos y sustituyéndolos por nuevos. Además, se esculpirán decoraciones sobre material de piedra artificial para reemplazar las piezas dañadas, asegurando la preservación del diseño original del edificio.
Recordemos, por otro lado, que desde 2022 el edificio está siendo sometido a una reforma parcial y la ampliación, recuperando los valores arquitectónicos originales.
Se ha incorporado la superficie actualmente ocupada por la antigua vivienda del Director de la Autoridad Portuaria situada en la planta primera de la esquina Noroeste a la superficie de usos administrativos. Dado que dicho espacio se encuentra actualmente sin uso y segregado del conjunto del edificio, se prevé su incorporación para ampliar el actual programa de usos administrativos. Por otro lado se han habilitado espacios administrativos en el ala Oeste de la edificación, que se encuentra actualmente infrautilizada, acogiendo en ella usos de almacenes, espacios sin uso o archivos. Para esa intervención se han invertido más de 3,55 millones de euros, de los que no están incluidos los actuales 600.000 euros presupuestados para su fachada.