La Audiencia Provincial confirma la condena a los hermanos Villegas por el concurso culpable de la constructora

MURCIA. La Audiencia Provincial ha confirmado la sentencia del juzgado de lo Mercantil número Dos de Murcia que declaró culpable el concurso de acreedores de Construcciones Villegas y declaró la inhabilitación de sus dueños, los hermanos José Manuel y Edmundo Villegas.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe y ratifica la devolución de 837.800 euros y una inhabilitación durante cinco años para gestionar bienes ajenos, desestima así el recurso presentado por uno de los hermanos contra la resolución del juzgado de lo Mercantil.

El juzgado declaró probado que después de presentado el concurso se produjo un alzamiento de bienes por el endoso de un cheque por importe de 837.800 euros a la empresa Viamart, de la que también eran propietarios.

Y añadía que el 4 de octubre de 2011, Construcciones Villegas, que había solicitado el concurso de acreedores el 14 de julio anterior, vendió a Acciona Infraestructuras sus derechos de participación en el proyecto de la plataforma del nuevo acceso ferroviario de Alta Velocidad de Levante, que ascendía a esa cantidad.

Cuatro días después de la declaración del concurso, lo que ocurrió el 7 de octubre, endosó el cheque que había recibido por la venta citada a favor de Viamart, que hizo suyo el importe, con el consiguiente perjuicio para los intereses de los acreedores de Construcciones Villegas.

La Audiencia Provincial, que tiene como ponente al magistrado Rafael Fuentes Devesa, confirma íntegramente la sentencia apelada, que en febrero de 2019 estimó parcialmente las pretensiones de la administración concursal de la constructora y absolvió a otras cinco personas que también habían sido demandadas.

Construcciones Villegas, que fue una de las principales empresas de construcción de la Región, estuvo amenazada de concurso necesario por parte de los acreedores; para evitarlo, en abril de 2011 se acogió al artículo 5.3 de la Ley Concursal (preconcurso), y seis meses después, sin que hubiese logrado refinanciar la deuda, presentó concurso voluntario con una lista de un centenar de acreedores y una deuda superior a los 120 millones de euros.