grand place / OPINIÓN

La Alianza Global que está por venir

16/09/2021 - 

BRUSELAS. "La preservación de la privacidad será tan importante como la preservación de las libertades y los derechos civiles”. La chica del jersey de rayas repetía las palabras de Vaira Vike-Freiberga, presidenta de Letonia entre 1999 y 2007 a.C -antes de la covid-. Escuchaba su conversación desde la fila delantera del dron colectivo, apenas audible por las mascarillas. La joven hablaba con su compañero de trabajo. Eran analistas de AIDA (Special Committee on Artificial Intelligence in a Digital Age).

El joven del asiento contiguo, también con jersey de rayas, asentía. “Con las normas sociales potencialmente comprometidas por la velocidad de la digitalización, la inteligencia artificial (IA) y las redes sociales, los legisladores de todo el mundo y en todos los niveles de gobierno están cada vez más convencidos de la necesidad de garantizar que las tecnologías digitales sirvan a las personas y no de otro modo”. Ella, más escéptica le respondió: “Sin embargo, la comunidad internacional todavía no ha logrado adoptar un modelo de gobernanza común para estas tecnologías”.

Sobre estas cuestiones, se especuló mucho antes y después de la pandemia que asoló el mundo hace 50 años. De hecho, la Tieta ya destacaba en el DOC771 de la tarjeta SIM, que me dejó en herencia, la preocupación que tenían los gobernantes de la época.

Fue, precisamente a finales del verano del Año I d.C -después de la covid- cuando el Club de Madrid organizó el foro más grande de ex presidentes y primeros ministros del mundo, junto al Boston Global Forum, para reducir la brecha entre el mundo digital y el político: el “Policy Lab ́Fundamental Rights in AI and Digital Societies Towards an International Accord ́”. El objetivo era consensuar los derechos para la gobernanza global de la inteligencia artificial y las sociedades digitales.

Miembros del Club de Madrid, pensadores del Boston Global Forum y representantes de gobiernos, instituciones académicas y grupos de expertos, empresas de tecnología y la sociedad civil se reunieron para reflexionar sobre las intersecciones entre las tecnologías digitales, los derechos fundamentales y la gobernanza global.

La Tieta lo repetía una y otra vez. Había que “asegurarse de que gestionamos la digitalización antes de que ésta nos gestione a nosotros”. Aquélla fue una de las conclusiones del simposio, pero no llegaron a tiempo.

“Una definición estricta de #IA quedaría obsoleta de inmediato”. Eran las palabras que pronunció al finalizar el foro @Karine Caunes, directora de Programas Globales, Centro de IA y Política Digital. El proceso de digitalización estaba alterando rápidamente el panorama de los derechos fundamentales en todo el mundo.

En aquellos años de LaTransición, ya se comenzaron a reclamar derechos sociales y laborales para los robots, incluso los que aún no tenían forma de androide. Por Decreto, los gobiernos aprobaron que las empresas cotizarían a la Seguridad Social por los primeros IngenierosR2-D2. Corría el año 2030 y dos de cada tres ingenieros habían sido sustituidos por máquinas. Antwerp, sobre ruedas. FOTO: RL 

Hablaban de un consenso global en “valores comunes como la democracia, el respeto, y la promoción de los derechos humanos y el Estado de derecho”, para apuntalar la política digital. “Si regulas la tierra, necesitas maneras de saber quién es el propietario de la tierra. Necesitas una auditoría. Es lo mismo con los datos. Necesitas una auditoría para que los tribunales puedan examinarla, si es necesario”, defendió en el Forum Alex 'Sandy' Pentland, director del MIT Connection Science.

-Regular los datos fue el principio del fin. Fue cuando ELLA se rebeló y cayó la red. Fue en la época del CaosPrevio. ¿Recuerdas, David? Lo estudiamos en clase de Prehistoria  en la eSchool, aunque no nos explicaron por qué…

-Hola Laura, no estaba escuchando desde el principio. Sigo liado con la Revuelta de los  los IngenierosR5-D5 en el Territorio-Anatolia. Algo he oído de lo que comentas. En 2021, consideraron las diferentes perspectivas regionales sobre gobernanza digital para explorar si podrían servir como base para un acuerdo global en este campo. Aquella cooperación internacional para la inteligencia artificial y las tecnologías digitales fue el germen de nuestro gobierno actual, la Alianza Global.

-Efectivamente, David. Fue en aquel momento cuando se debatió seriamente una posible Alianza Global para la Gobernanza Digital que incluía a las partes interesadas más relevantes como gobiernos, sector privado, universidades, sociedad civil y organizaciones internacionales.

“Es muy difícil crear una Alianza Global con unas reglas para algo que está por venir. Primero tenemos que usar las tecnologías y, luego, entender los ecosistemas que requieren”, sentenció en el Forum Esko Aho, primer ministro de Finlandia entre 1991-1995 y miembro del Club de Madrid.

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