MODELO

Jesús Tornero, el joven murciano de las patatas: "En la moda nada es lo que parece"

"El chico de las patatas", como le dicen muchos, se llama Jesús y es modelo nacional. El joven no solo es imagen de marca de la empresa de patatas PIJO, sino que también tiene un micromaster sobre Programación Neurolingüística, estudia ingeniería y le encanta leer. Jesús quiere demostrar que las apariencias en la moda son engañosas.

24/01/2021 - 

MURCIA. "Hola, perdona; soy el director de la Agencia Monroe Models, ¿estás en alguna agencia de modelos?, ¿te gustaría formar parte de la nuestra?". Con estas palabras comenzó la carrera de moda de Jesús Tornero (19 años, Murcia), un joven que nunca se imaginó que iba a llegar a ser la imagen de marca de una bolsa de patatas. Este encontronazo con uno de los directores de la agencia más antigua e importante de Murcia ocurrió cuando Jesús tenía 15 años mientras iba solo por Trapería. "Le dije que no y me preguntó si le podía dar mi Instagram. Me habló por allí y le volví a decir que no. En ese momento estaba metido en el fútbol, ¿para qué quería eso? Luego me fui informando y le di una oportunidad. Fue entonces cuando me enamoré". Y este enamoramiento parece que ha sido mutuo, pues Jesús no solo es modelo de la agencia de Murcia sino que también lo es en Madrid (River Models), ha hecho varias campañas publicitarias para tiendas como Inside y ha caminado sobre las pasarelas del famoso diseñador Pedro Lobo y para la marca murciana Las Culpass. 

Con estas primeras palabras comienzo la entrevista con Jesús o 'El Bonico', como lo llaman en Monroe Models, su agencia madre. Junto a la Catedral de Murcia a la que califica como "preciosa" y mientras el sol intensifica el color de su pelo y realza el contraste entre su pálida piel y sus innumerables pecas, Jesús me habla sin pudor sobre las envidias y los prejuicios en el mundo de la moda. Una entrevista en la que descubro a una persona muy intelectual que no es como la mayoría piensan "solo una cara bonita". 

"Cuando entré a la agencia lo primero en lo que se fijaron fue en mi pelo -cuenta Jesús al hablar de sus inicios en el modelaje- y es curioso porque en el colegio se metían conmigo, me decían de todo pero tampoco le daba más importancia. Fue al entrar en la moda cuando me di cuenta de que era una persona peculiar, no había pelirrojos, era un perfil único". 

"En el colegio se metían conmigo, me decían de todo. Fueal entrar en la moda cuando me di cuenta de que era único"

Nada más entrar a la agencia le animaron a asistir al casting para ser imagen de marca de las patatas murcianas PIJO sabor pimentón y aunque en un primer momento se negó a ir, finalmente aceptó y le gustó mucho. "Iba a ciegas, no sabía lo que querían. Al principio me imaginaba mi cara en la forma de la patata", me afirma Jesús entre risas. Pese a que iba sin saber lo que se encontraría, el murciano considera que es el mejor trabajo que ha hecho nunca y en una palabra lo define como "sorprendente". El joven, al que todavía le impacta que le reconozcan como "el chico de las patatas", nunca hubiera esperado pasárselo tan bien y sentirse tan a gusto al ver que "a todo el mundo le gustaba su trabajo".

Pero no todo es tan bonito en este trabajo. La rivalidad es algo muy frecuente: "No se me olvidará nunca la mirada de odio de una chica hacia otra que no conocía de nada. Desde entonces comprendí que es un mundo lleno de envidias". El joven, que reconoce tener "solo uno o dos amigos en este trabajo", tacha la envidia de "inevitable" dentro de la moda y también confiesa haberla sentido: "En ocasiones me ha causado cierto complejo ver que a una persona le ha ido mejor que a mí". Y pese a ser cierto que "los celos dependen de cada persona", el murciano cree que "también es algo que provocan los jefes". Tornero me desvela que pese a que ahora está bien, cuando comenzó su carrera como modelo dejó de tener autoestima y empezó a odiar sus piernas: "Antes ni siquiera me fijaba en ellas pero cuando mis jefes me dijeron que se notaba que había jugado al fútbol y que eso no gustaba, fue cuando comencé a fijarme. Ellos me han hecho no quererlas".

"Me ha causado complejo ver que a una persona le ha ido mejor que a mí"

No obstante, no solo las envidias caracterizan este trabajo, sino que también se le suman los prejuicios que tiene la sociedad sobre los modelos. Según Jesús, "la gente asocia ser modelo a ser tonto y engreído". Y es que, a pesar de que la mayoría estudian una carrera, Jesús es uno de los tantos que ha sufrido estos calificativos en sus propias carnes: "Muchas veces antes de conocerme la gente ha pensado que era solo una cara bonita y la verdad es que me sienta muy mal. Pero cuando me conocen se sorprenden porque he hecho un micromaster sobre Programación Neurolingüística, me encanta la psicología, leer y ahora estoy estudiando ingeniería".

Tras hablar de lo que piensa la gente sobre los modelos, el murciano se sincera y me cuenta lo mucho que le desgasta estar en un mundo al que define de "inestable" y donde cree que pueden prescindir del modelo en cualquier momento ya que piensa que "esta carrera dura un tiempo determinado por lo que tiene que estar al margen de las metas de cada uno". De hecho, su sueño es trabajar para AIRBUS como ingeniero.

"Mi familia no entiende que sea modelo y mis amigos creen que pierdo el tiempo"

Cada vez más relajado, Tornero se sincera y me sorprende con la que es una de las declaraciones más duras de toda nuestra conversación: "Mi familia no entiende que sea modelo y mis amigos creen que pierdo el tiempo". Para él, sus padres "siguen sin entender lo que se hace dentro de las agencias"; sin embargo, siempre le han dicho que lo importante es que a él le guste. Por otra parte están sus amigos que creen que el joven "podría estar haciendo otras cosas más productivas". Aun así, Jesús sigue después de 4 años en la moda y demuestra que "lo más importante es hacer lo que uno quiera". 

Al caminar hacia la puerta como si de una pasarela se tratase, Jesús se despide con una frase que me hace cuanto menos reflexionar y descubrir lo que no mucha gente sabe: "Como ves, en la moda nada es lo que parece".

Muy personal

Un modelo: Blame Jordan

Una película: Equipo A

Un libro: Sarrasine

Una prenda: camisa

Comer por los ojos

Durante todos estos años sumergido en la moda, Jesús ha visto a muchos modelos llorar por querer ser más delgados, lo que demuestra que "por mucho que se vea a gente segura en una pasarela, detrás de ella es insegura". De hecho, algo común en este mundo es "dejar de comer dos días antes de un casting para no tener hidratación en el cuerpo y que así se te vea la piel muy fina". Por todo lo que esconde este trabajo la mejor lección que ha aprendido el modelo es que "hay que quererse como uno es", pues siempre salen a la luz complejos que según él no son solo físicos sino también psicológicos: "Dejas de quererte por querer ser como otra persona. Pero lo mejor que puedes hacer es aceptarte tal y como eres".