Fotos: MP
MURCIA. La sala Mamba! se convirtió este sábado en una trinchera de recuerdos, una cápsula del tiempo que transportó a los allí presentes a una década pasada. Iván Ferreiro regresó a Murcia para deleitar con sus himnos generacionales como 'Años 80' o 'Promesas que no valen nada'.
Antes de empezar, el artista gallego avisa: "Vamos hacer el show del tirón, así nos ahorramos que pidáis otra-otra, cantamos mucho y hablamos poco". No se olvida tampoco Ferreiro de recordar lo bien que le ha acogido siempre Murcia y por ello se pone a hacer lo que mejor sabe en apenas segundos.
La sala cantó a pulmón y en perfecta comunión canciones como 'El pensamiento circular', 'Turnedo' o 'M', en la que la guitarra y las voces del público se fusionaron entonando: "Pero nunca pasa nada / y nunca más seremos dos". Un tema detrás de otro sin interrupción. A algunos no les da tiempo a asimilar el himno que acaban de escuchar cuando Ferreiro ya está comenzando con el siguiente. Pero no se siente rápido ni forzado, nada industrial. Mas bien todo lo contrario: un subidón de elegancia y ritmo.
Suenan unas notas que dejan a la sala con el corazón encogido y los pelos de punta. Es el turno de 'El equilibrio es imposible'. Como una bala directa, es imposible esquivarla. Han pasado 16 años y esa canción no parece entender de épocas, sigue teniendo la misma fuerza: "Y yo siento que no voy / que el equilibrio es imposible cuando vienes / y me hablas de nosotros dos".
La promesa del gallego se cumple: no hay tiempo para hablar entre canción y canción, solo para la música. Mientras, Ferreiro no solo canta; ejerce de Dj, baila y hace sudar a más de uno. Si hay algo que ha quedado claro, es que los que creen que Iván es para tristes y cantar penas, están muy equivocados.