MURCIA. Bomba política en el Consejo de Gobierno. La tradicional reunión de los jueves ha sido mucho más movida de lo habitual al deparar dos episodios que nadie esperaba. Primero, la consejera de Transparencia, Beatriz Ballesteros, anunciaba su dimisión tras sentir que había perdido la confianza de Ciudadanos, y en concreto, de su líder, Ana Martínez Vidal. Pero poco después se producía una reacción que tampoco nadie esperaba. Después de explicar Ballesteros los motivos de su renuncia, la vicepresidenta del Gobierno, Isabel Franco, ha tomado la palabra para exponer los puntos del orden el día, pero, tras plantear su propuesta, se ha levantado de la mesa, ha pedido disculpas al resto de consejeros y ha abandonado la sala, según han confirmado a Murcia Plaza fuentes conocedoras de los hechos.
El gesto ha causado sorpresa entre sus compañeros del Ejecutivo. Así, la consejera de Política Social no ha terminado de escuchar todos los asuntos del Consejo de Gobierno y se ha marchado del Palacio de San Esteban. Fuentes de su departamento han señalado que esta reacción se debía a la "tristeza y la conmoción" que le ha causado la salida de Ballesteros.
Este episodio llega en un momento en el que Ciudadanos está preparando una renovación en profundidad de los consejeros del Ejecutivo. La formación naranja cuenta con cuatro miembros (a cargo de Política Social, Empleo, Transparencia y Empresa y Portavocía) mientras que el PP tiene seis titulares (con una consejería mixta).
Las diferencias entre Isabel Franco y Ana Martínez Vidal son vox populi en el seno del Gobierno. Ambas pugnaron por liderar la formación naranja pero, tras alcanzar Vidal el liderazgo, Franco quedó fuera del organigrama de la dirección liberal. La posible salida de la vicepresidenta siempre ha estado en los mentideros políticos a pesar de que públicamente Martínez Vidal siempre defendió que "su Vicepresidencia es compatible con que ella sea coordinadora de Ciudadanos".
Preguntada en rueda de prensa, la portavoz del Gobierno regional afirmó que desconocía el motivo por el que se había marchado Franco e indicó que respetaba su actuación. Pero, al mismo tiempo, lanzaba un dardo político: "En mi opinión personal, debe prevalecer la responsabilidad y la gestión antes que otras cuestiones personales".