MURCIA. Aforamiento, inviolabilidad e inmunidad, tres conceptos complementarios pero no siempre compatibles con la nueva concepción de la política que tratan de introducir los grupos representados en la Asamblea Regional.
La reforma del Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia ha quedado paralizada en dos ocasiones cuando debía aprobarse en el Congreso de los Diputados. La razón: la convocatoria de elecciones generales y el decaimiento de cualquier propuesta legislativa.
El Parlamento nacional inició el pasado febrero el tercer debate sobre la reforma estatutaria y de nuevo se ha visto paralizada por la crisis sanitaria que ha llevado a las cámaras a reducir al mínimo su actividad legislativa. Antes de reiniciarse esta actividad a pleno rendimiento, Ciudadanos, grupo promotor de la iniciativa, ha registrado una enmienda al propio proyecto que en la práctica supone una matización técnica. Defiende la supresión del aforamiento, pero introduce las figuras de la inmunidad y la inviolabilidad de diputados y miembros del Gobierno, dos figuras que no aparecen reflejadas en el Estatuto de Autonomía de la Región y que consideran fundamentales para mantener la dinámica política.
Con el reconocimiento de la inmunidad y la inviolabilidad de los miembros del legislativo y el ejecutivo, el objetivo es evitar que cualquier denuncia -falsa o no- pueda acabar con la detención del parlamentario, de los consejeros o del propio presidente una vez eliminado el fuero que limitaba al Tribunal Superior de Justicia la decisión de inculpar y procesar al político. Para ello, estas figuras solo permitirán que sea el juez de primera instancia quien autorice la detención en función de las pruebas que presente la policía, salvo en caso de flagrante delito.