VALENCIA (EP). El Instituto de Investigación Sanitaria Incliva del Hospital Clínico de València desarrolla una línea de investigación para esclarecer la etiología de la preeclampsia, con el objetivo de poder adoptar medidas preventivas y paliativas que reduzcan su gran impacto en la salud de las mujeres y sus hijos afectados, así como en la salud pública.
La investigación se centra en estudiar la contribución del endometrio en el origen de esta patología para descubrir los mecanismos moleculares subyacentes e identificar moléculas diana que permitan el desarrollo de métodos de detección precoz y de nuevas terapias, ha indicado el instituto en un comunicado.
Esta línea está codirigida por la investigadora Dra. Tamara Garrido y el Dr. Carlos Simón, del Grupo de Investigación en Medicina Reproductiva de Incliva, con la participación de las investigadoras predoctorales Irene Muñoz y Nerea Castillo y la investigadora posdoctoral Dra. Teresa Cordero.
Además, cuenta con la colaboración del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitari i Politècnic La Fe, con la contribución de los investigadores clínicos Dr. Alfredo Perales, Dra. Beatriz Marcos y Dr. Rogelio Monfort, así como con las médicas residentes Reyes Climent, Elena Satorres y Blanca Novillo.
La preeclampsia es una de las patologías del embarazo más relevantes que existen en la actualidad. Se trata de una complicación grave del embarazo que puede afectar tanto a la madre como al bebé y tiene consecuencias en la salud a largo plazo para ambos.
Se origina aproximadamente en un ocho por ciento de los primeros embarazos, afecta a ocho millones de parejas de madres e hijos en todo el mundo y es la causante de más de 76.000 muertes de madres y más de 500.000 muertes de recién nacidos al año. Sus principales síntomas son la presión arterial alta acompañada de signos de daños en otro sistema de órganos, más frecuentemente en hígado y riñones.
El principal problema de esta enfermedad es que, aunque tiene su origen en el inicio del embarazo, sus síntomas no empiezan a manifestarse hasta final del segundo o tercer trimestre en mujeres cuya presión arterial había sido normal hasta entonces.
Una vez se manifiesta, las medidas para paliarla son muy poco efectivas y la única cura definitiva es poner fin al embarazo a través del parto de la placenta, y, por tanto, del bebé, independientemente de la semana de embarazo, lo que contribuye al incremento del parto prematuro, un grave problema que afecta a uno de cada diez nacimientos.
Pese a los esfuerzos para entender el origen de las principales complicaciones del embarazo como la preeclampsia, su origen continúa siendo un misterio en la actualidad. Muchos grupos de investigación se han centrado en la placenta como principal causante de su desarrollo.
En este contexto, se ha descrito la existencia de una débil invasión de las células de origen fetal en las arterias espirales del útero que conlleva una alteración de la función de la placenta y finalmente, conduce a la manifestación de los síntomas de la enfermedad.
Sin embargo, estos trabajos no han estudiado la participación del útero, específicamente del tejido que recubre esta cavidad, denominado endometrio, y, por tanto, su potencial contribución a la preeclampsia. El grupo de investigación de Incliva lleva años investigando las causas moleculares de esta patología con el enfoque del papel de la contribución materna.
En este sentido, el Instituto de Investigación Sanitaria Incliva ha publicado resultados que demuestran la existencia de un problema de maduración endometrial conocida como decidualización defectuosa, presente en el momento del parto y que persiste años después de haber sufrido la patología tanto en los estudios llevados a cabo in vitro como in vivo.
Este fenómeno implica la incapacidad del endometrio -'el suelo materno'- de llevar a cabo la preparación del tejido necesarias para que tenga lugar un correcto proceso de invasión por parte del embrión y posterior formación de placenta para asegurar el éxito del embarazo.
Específicamente, el hallazgo más reciente de este grupo es la identificación de una firma molecular compuesta por 120 genes que se encuentran alterados en el endometrio y se vinculan a una deficiente señalización de la acción de las hormonas, lo que conlleva al problema en decidualización observada en los casos de preeclampsia.
La última aproximación experimental se enfoca en la obtención del atlas celular del endometrio de mujeres con preeclampsia mediante la utilización de la tecnología de mayor resolución existente hasta la fecha, basada en la secuenciación de célula única. El objetivo es descubrir los tipos celulares afectados y entender los mecanismos moleculares causantes de la decidualización deficiente que contribuyen al desarrollo de la enfermedad.
Los diferentes estudios llevados a cabo por el grupo se encuentran financiados por el Instituto de Salud Carlos III, el Ministerio de Ciencia e Innovación y el proyecto europeo del programa H2020 Human Uterus Cell Atlas.