Activos reales, compañías con poder de imposición de precios, inversiones alternativas, empresas que puede aprovechar el 'Plan Marshall Verde', entre otros
MADRID. A un fuerte comienzo de año, con soporte fiscal y monetario, así como sorpresas positivas en los beneficios empresariales, le han seguido turbulencias en China y menor crecimiento económico. Ahora, para lo queda de 2021 y 2022, entramos en una etapa de consolidación, pero seguimos positivos respecto a renta variable. Hay que tener en cuenta que aún estamos a mitad de ciclo, con cuellos de botella en los suministros, en un momento de bajos inventarios, lo que no tiene precedentes y está creando tensiones inflacionistas, las cuales pueden ser más persistentes, sobre todo si se trasladan del sector manufacturero al sector servicios y al mercado laboral.
El caso es que, a medida que aumente la rentabilidad a vencimiento de los bonos de EE UU, infraponderamos acciones estadounidenses, cuyas valoraciones están por encima de niveles pre pandemia en sectores defensivos y tecnológicos. Sin embargo, vemos margen para el recomienzo de políticas de estímulo en Japón y que las acciones japonesas continúen cerrando su brecha de rentabilidad con otros mercados desarrollados.
Pero hay temas de inversión que siguen ganando fuerza como es el caso de los activos reales. En este entorno las infraestructuras son necesarias para aumentar la producción, lo que proporciona argumento para una visión optimista respecto a activos reales, los cuales pueden proporcionar protección contra un aumento de las expectativas de inflación. Se espera que el mercado global de infraestructuras crezca 6% al año. Según el G20 se requieren 94 billones de dólares hasta 2040 en infraestructuras para satisfacer las necesidades de crecimiento de la economía global. En un entorno de bajas rentabilidades, estos activos ofrecen rentabilidades atractivas y estables mediante activos de larga duración con flujos de efectivo consistentes.
Asimismo es el caso de la inversión inmobiliaria. Además, en este entorno, el crédito privado ofrece a los inversores mayor rentabilidad potencial con menor riesgo en relación con la deuda empresarial cotizada y expone a los inversores a factores económicos generalmente no presentes en los mercados de deuda públicos, con significativos beneficios de diversificación. Además, interesan las compañías con poder de imposición de precios, capaces de pasar un potencial aumento de precios al consumidor, para lo que hay que analizar todos y cada uno de los sectores, mediante la observación de la evolución de los márgenes bruto de beneficios a lo largo del ciclo e fin identificación de potenciales ganadores y perdedores.
Al mismo tiempo, los volúmenes de fusiones y adquisiciones y salidas a bolsa en 2021 duplican los del año pasado, lo que respalda nuestra sobre ponderación en inversiones alternativas diversificadoras, con preferencia por estrategias orientadas a eventos empresariales, así como macroeconómicas, capaces de aprovechar las diferencias de crecimiento entre regiones. También hay que tener en cuenta que los bonos ya no proporcionan diversificación, siendo su correlación con la renta variable positiva. Al respecto los hedge funds y las inversiones alternativas representan una manera de obtener diversificación.
A ello se añade que hay empresas que pueden beneficiarse del 'Plan Marshall Verde', pues los gobiernos que representan 70% de las emisiones globales de CO2 se han comprometido con objetivos cero emisiones netas y deben acometer grandes gastos en capital para revitalizar las frágiles economías socavadas por la pandemia, gran parte de los cuales se destinará a infraestructuras.
Por otra parte, sobreponderamos bonos chinos en moneda local, por su atractivo cupón, con un renminbi estable. Deben beneficiarse de una previsible flexibilización de políticas económicas en China. De hecho su solvencia no se ha visto afectada por los problemas inmobiliarios locales. A ello se añade que estamos más optimistas respecto a bonos gubernamentales emergentes en moneda local. Moody’s ha mejorado la calificación crediticia de India de negativa a estable y los bancos centrales de Polonia, Perú y Nueva Zelanda unido a un número creciente de autoridades monetarias que suben tipos de interés. Este endurecimiento, destinado a combatir inflación y proteger las monedas, con mayores rentabilidades a vencimiento de la deuda, nos hacen ser más optimistas en estas monedas.
César Pérez Ruiz es director global de inversiones de Pictet WM