MURCIA. El sector del taxi mira al cielo cada mañana esperando que la situación epidemiológica mejore para poder coger aire tras un año en el que las restricciones a la movilidad han dejado durante mucho tiempo en la UCI. “Ahora podemos decir que estamos en planta”, asegura Francisco López, secretario general de Radio Taxi Murcia. El levantamiento del estado de alarma ha dado algo de respiro a una profesión que, en plena quinta ola, vive con mucha incertidumbre acerca de lo que será su futuro próximo. “Estamos viviendo durante el último año con mucha incertidumbre. No sabemos qué va a pasar mañana y eso no es cómodo”, señala José Pérez, presidente de Unión Taxi de Murcia. “Los fines de semana es donde más hemos notado la caída del negocio. Cerca de un 90% respecto a lo que facturamos antes de la pandemia. Entre semana la caída es menor, cerca de un 60%, pero en cualquier caso hemos sufrido mucho”, apunta López.
Como todo sector ligado al turismo, los cierres perimetrales y el toque de queda han afectado de forma colateral al taxi. No sólo la hostelería se ha visto afectada por los cierres intermitentes, los aforos en vehículos y demás restricciones. “La hostelería es fundamental para nosotros. El hecho de que haya estado cerrada (durante la tercera ola hubo un cierre de 40 días de la hostelería) nos ha hecho daño. No hemos entendido algunas de las restricciones, pero toca acatarlas”, afirma Pérez. “Muchos compañeros han tenido que parar ante la falta de negocio. Ahora estamos algo mejor, y esperamos que de cara a septiembre haya ferias que nos den un impulso” añade. “Somos un buen termómetro de la economía, y como todos los sectores de servicios, hemos notado la caída en la actividad económica”, afirma López.
“Hay que recordar que cuando no había movilidad, el sector del taxi salió a dar servicio a los sanitarios. Sabemos que en este momento todos los sectores necesitan ayudad, que es época de pedir, pero nos gustaría contar con algo de ayuda. Cuando dicen que te dan una determinada cantidad de dinero, es si estás al borde de la pobreza. No hemos recibido muchas ayudas”, afirma resignado López. “Hay compañeros que necesitan hacer cambios en el coche, o cambiar de coche directamente, pero como no saben que va a pasar, tienen todo en pause”, añade Pérez. “Hemos oído que la idea es que haya feria en septiembre. La incertidumbre es enorme, pero esperamos que en septiembre tengamos ese chorro de aire que necesitamos”, cuenta López.
Tras el verano, con los viajes del Imserso y el turismo internacional, el taxi de la Región espera coger de nuevo el impulso que otros sectores, menos ligados a la actividad turística, ya han experimentado. El avance de la vacunación, junto a un control (ninguna ola es eterna) de la quinta ola de la covid, se espera que actúen como palanca para normalizar la movilidad. El sector del taxi espera que, entonces, todo vuelva a la normalidad. De momento, reina la incertidumbre.
