MURCIA. La Ermita del Pilar, ubicada en el barrio de San Antolín, será restaurada para recuperar el estado original de sus fachadas y cubiertas, así como para eliminar las filtraciones de agua. Además, los trabajos permitirán definir los tramos de la Muralla y las restauraciones históricas que en ella se hayan realizado, además de sus posibles restos ocultos, según ha informado el Ayuntamiento de Murcia.
Una vez rehabilitadas las fachadas y cubiertas, la Ermita quedará abierta a todos los murcianos para la realización de fotografía, música, escultura y arte sacro. No obstante, el edificio ya abre de forma exclusiva para realizar cultos, que seguirá celebrando después de la restauración.
Entre otras actuaciones, los trabajos supondrán la limpieza y restauración de los escudos de la fachada principal, así como la sustitución de las esferas ornamentales de la torre del campanario que hayan sido desprendidas por otras de piedra natural.
Las obras de restauración del edificio se realizarán atendiendo a criterios históricos y analizando la documentación histórica existente, respetando la concepción original del edificio, de más de 300 años de antigüedad, así como de sus elementos originales y los restos de la antigua Muralla.
"La Ermita del Pilar, historia viva de la ciudad, presenta un gran componente cultural, pues por ella discurre parte de la antigua Muralla de Murcia que ha sido catalogado como Bien de Interés Cultural”, ha destacado el alcalde José Ballesta durante la presentación del proyecto.
En concreto, el proyecto, que ahora mismo se encuentra en proceso de contratación, contará con un presupuesto de 155.490.
La Ermita cuenta con dos fachadas, la principal, que da a la calle del Pilar y tiene 124,08 metros cuadrados de superficie, y la lateral, que da la calle Juan Cavo y tiene 264,02 metros cuadrados, sumando un total de 388,10 metros cuadrados. El edificio, de dos plantas, cuenta una superficie construida de 373,80 metros cuadrados.
La documentación existente sobre el origen de la Ermita del Pilar data su construcción a partir del año 1681, inaugurándose, al parecer, el 27 de diciembre de 1684. La obra se realizó junto a la antigua Puerta de Vidrieros, entre la antigua Muralla y antemuralla, que era por entonces el acceso a la ciudad desde el arrabal medieval de San Antolín.
La Ermita corrió a cargo del corregidor Francisco Miguel de Pueyo, nacido en Aragón, que llegó a Murcia en 1679. Tras ser objeto de un disparo a traición, del que quedó ileso gracias a que el proyectil se quedó incrustado en un relicario de la Virgen del Pilar que llevaba colgado al cuello, el corregidor Pueyo decidió levantar la capilla, como muestra de agradecimiento a la Virgen del Pilar.
Con el paso del tiempo, la Puerta de Vidrieros quedó reducida al Arco del Pilar, demolido en 1863, lo que obligó a levantar la fachada actual de la Ermita que da a la calle del Pilar.