Foto: BEATRIZ CISCAR/EP MURCIA. Continúa el conflicto por la renovación del convenio de la hostelería regional. Pese al acuerdo alcanzado este martes entre UGT, CCOO y Federtur, continúa la incertidumbre para los 35.000 trabajadores del sector en la Región después de que la patronal Hoytú se posicionara en contra del pacto, al que califican de ilegítimo: "Toda esta pantomima se ha llevado en secreto y nos hemos enterado por la prensa. Es escandaloso, es una estafa en toda regla", incide el presidente de la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Región de Murcia (HoyTú), Jesús Jiménez.
La mañana de este martes traía consigo el ansiado acuerdo para desbloquear las negociaciones tras pactar sindicatos y Federtur -que aglutina Hostetur, Hostecar y la Estación Náutica del Mar Menor- una subida salarial del 12,05% en tres años, el 7,05% del total este año, para compensar una pérdida de más del 15% de poder adquisitivo. De esta forma, se ponía fin a los meses de duras negociaciones para avanzar en un acuerdo que pondría fin a los 14 años que acumulaba el convenio sin renovaciones.
Sin embargo, la armonía no ha tardado en romperse, pues la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Región de Murcia (HoyTú), encabezada por su presidente, Jesús Jiménez, ha lanzado un comunicado desmarcándose del acuerdo y cargando contra los firmantes: "Es inadmisible que una entidad como Fedetur negocie y firme con los sindicatos la renovación del convenio colectivo de la hostelería en la Región de Murcia cuando no tiene legitimidad ninguna para hacerlo", sentencia Jiménez.
En este sentido, ha manifestado que "las únicas entidades habilitadas legalmente para negociar un convenio junto a los sindicatos son Hoytú y Hostecar, al tiempo que califican de "papel mojado" el pacto alcanzado contra el que ya anuncian medidas legales: "Todo lo que han acordado no tendrá ninguna aplicación legal en el sector. Llevaremos a los tribunales cualquier documento firmado de manera ilegítima".
Además de la Estación Náutica del Mar Menor, Fedetur está compuesta por Hostetur -la Asociación de Hosteleros de la Costa Cálida- y Hostecar -la patronal hostelera de Cartagena-, siendo esta última un agente autorizado por Hoytú para las negociaciones.
No obstante, desde la Federación reconocen que, aunque Hostecar sí está integrada en Fedetur, no estaba al tanto del acuerdo para el nuevo convenio: "Están tan sorprendidos como nosotros. No han tenido constancia en ningún momento de esta negociación".
Por tanto, y dado que considera ilegítimo el pacto firmado, Hoytú ha anunciado que el camino a la renovación "real" del convenio colectivo pasa por la mesa de negociación constituida: "Desde la federación regional seguiremos en la mesa de negociación hasta que finalmente podamos alcanzar un acuerdo definitivo para el convenio colectivo de la Región de Murcia", concluye.
Más allá de este último incidente, lo cierto es que la renovación del convenio colectivo de la hostelería regional- que afecta a más de 35.000 trabajadores- se trata de una negociación problemática, lo que ha derivado en que lleve encallada 14 años.
De hecho, ya en diciembre del pasado año quedaban patentes las diferencias entre patronal y sindicatos, pues los escollos propios de la negociación se mezclaban con cruces de acusaciones y reproches. Y es que ya en aquel momento la inflación comenzaba a hacerse patente, lo que generaba un distanciamiento en materia de aumento de salarios: la patronal ofrecía un 7% en tres años, mientras que los sindicatos pedían un 15%. Cabe recordar que el acuerdo firmado este martes sentenciaba un incremento del 12% en el sueldo durante este mismo periodo.
Según insistía en conversaciones con Murcia Plaza el vicepresidente de Hoytú, Bartolomé Vera, los hosteleros no pueden hacer frente al incremento que plantean los sindicatos: "No es que los trabajadores no se lo merezcan, es que con la pandemia no tenemos el fondo para afrontar eso". Sí tuvo lugar un ligero avance en marzo de este 2022, cuando la patronal propuso una subida del 6% en dos años, aunque tampoco entonces consiguieron desbloquearse las negociaciones.
Por su parte, los sindicatos inciden en la necesidad de compensar los años en los que los empleados no han visto mejoradas sus condiciones laborales, pues en estos momentos gran parte del sector se rige por el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
La última revisión salarial era de 2017, cuando se constituyó la mesa de negociación, convocada en numerosas ocasiones sin acuerdo posible hasta ahora, con el principal escollo en el empeño de las patronales por eliminar el complemento de incapacidad temporal y la insuficiente subida de sueldos, según los sindicatos. En consecuencia, esta mesa de negociación tiende a ser accidentada, con "constantes amenazas de huelgas, paros y denuncias", se queja Jiménez.
