MURCIA. ¿Por qué el sincericidio no está tipificado en el código penal? Según tengo entendido existen varios tipos de homicidios entre ellos el doloso, el imprudente y más a más el asesinato. ¿Acaso el sincericidio no es la suma de un imprudente con ganas de j****? ¿Acaso no hay algunos que no descansan hasta que no te ven hundido? Entonces ¿por qué salen impunes de su delito? Desconocemos qué nivel de impacto psicológico tienen los comentarios sincerididas, que no sinceros, del gracioso de turno. Al igual que aunque no es tu intención atropellar a un peatón esto tiene consecuencias penales, debería tenerlas aquel que azota con el látigo de la palabra al prójimo. ¡Que le corten la cabeza! ¡Al ostracismo social!
El sincericida es aquel que va por la vida con un bazoca en la boca, se tiene por sincero, es imprevisible, es alguien cercano, no tiene objetivo fijo, dispara a discreción, le puede tocar a usted o al que tiene al lado, a los dos o a ninguno y además tiene que encajar el golpe con elegancia porque usted sí conoce el término asertividad, es decir, que consigue decir lo que quiere sin atentar contra los demás, porque el sincericida más que un amigo es Osama Bin Laden.
Para muestra un botón: ninguna estamos preparadas para que te recuerden que tus cántaros de miel se han convertido en una carrera de caracoles, o que han visto a tu ex mujer muy acaramelada con otro más joven, aunque la dejara usted. Caballero, seguro que no quiere oír cuanto se le está ampliando últimamente la frente y no es porque haya aumentado su inteligencia, al igual que cuando a nosotras por sorpresa se nos presenta un plan, no queremos que nadie nos recuerde que llevamos las bragas de Bridget Jones, porque de hecho es difícil acertar cuál va a ser esa noche (mientras ande yo caliente…). Tampoco necesitamos que nuestra pareja comente en una comida de amigos que estás a dieta blanda porque te han quemado la hemorroide y que mejor no pruebes los michirones porque luego te pasas la tarde zurrando. Para más inri, ambos comentarios en la misma reunión. Vamos que ahora el fuego también te sale por la boca.
Ya le confieso que soy una de esas personas que utiliza efecto belleza en la cámara y mi filtro favorito en Instagram es el Ludwig. Entonces ¿qué le hace pensar que quiero escuchar algo por lo que no le he preguntado si pongo filtros hasta en las fotos?
Si usted quiere mantener amistad sincera con sus amigos no diga todo lo que piensa, no diga nada, es más no piense, es lo mejor. En muchos casos cuando estamos hablando con un amigo, contándole nuestra última peripecia, ni siquiera queremos que opine, sólo que nos escuchen. Es la hemorragia verbal, el discurso sin control el que acecha al peligro. Es el preludio del crimen. En ese pulso siempre gana el que está callado, porque como bien reza el refrán somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras. Hagámonos un favor a nosotros mismos y a nuestro entorno y cuando sintamos ese deseo irrefrenable de decir una verdad pensemos qué efecto tendría en nosotros ese comentario. No olvidaré aquel momento de nuestra infancia donde nos hacían entrar en la fila con el dedito en la boca, hasta ahora no lo había entendido.
Gracias por su lectura.