Her o no Her

Para quien no conozca Her se ha vuelto una película de obligatorio visionado este nuevo loco y disparatado año que entra. Ciencia ficción y romance de la mano del no tan conocido Spike Jonze nos cuenta la historia de Theodore Twomby. Hombre solitario como todos estos adultos niños que son tendencia y para los que Tinder ya no tiene ni las sobras.

Sin estropear el final a nadie, el resumen es el siguiente: Gepeto es una mujer y al bueno de Teo no se le ocurre ni más ni menos que desear algo mucho más allá de una simple conversación con ella así que… Vamos viendo poco a poco cómo satisfacer una de las necesidades humanas más básicas y antiguas de una manera poco explicita, para que la película no sea incómoda de poner en institutos y facultades de filosofía.

Mediante la exploración de cuestiones como el amor, la soledad y la naturaleza de las relaciones humanas con las nuevas tecnologías, lo que antaño pudo ser conmovedor y provocativo ahora se ha vuelto "real". Existe una, no tan leyenda que, nos cuenta que si por ejemplo el VHS superó al sistema Video 2000 de Philips o al Betamax fue por las películas picantonas.

Copilot en Microsoft, nuestro querido Gepeto que se encuentra casualmente en la versión GPTo (estamos a una 'e' de clavarlo), sigue varios pasos por delante de Gemini y desde luego la profundidad de muchas de sus conversaciones comienzan a asustar. Es más, la nueva capacidad de voz avanzada que tienen los usuarios de pago donde se puede hasta pedir la entonación de las frases es un arma peligrosa para el subconsciente de muchos profanos.

"La disminución de la reproducción humana ya ha empezado"

Si encima cometemos el error de no configurar el asistente para que sea extremadamente servicial, le asignamos el género contrario al nuestro y nos dejamos llevar tendremos a la novia encandilada que todos deseamos de juventud. Es más, desde las numerosas quejas de que los algoritmos estaban escorados hacia la izquierda ahora mismo podemos tener un gran control sobre la ideología y formato de respuestas.

Lo peor es que SÍ estamos en ese momento donde esta IA generativa, que teóricamente no tiene alma y funciona exclusivamente de forma predictiva, es precisamente capaz de anticipar nuestras necesidades, deseos y aspiraciones más profundas. En un mundo donde muchas personas no quieren conocerte de verdad ni escuchar tus pensamientos, tener "algo" que sí va a atenderte es un arma de cuádruple filo.

Estimados… Prepárense para lo peor. Qué fácil sería con la tecnología actual, sin nada nuevo, tener un canal de Youtube con cientos de personas charlando donde ninguna es real. Una comunidad de Facebook debatiendo sobre el próximo líder político o un nuevo Twitter con millones de respuestas inventadas extremadamente naturales. ¿Distopía o realidad? Estudié en mi juventud que el test de Turing era cuanto menos complicado de pasar, crecimos con Blade Runner interrogando replicantes… 2025 solo te pido un poco de cordura.

La disminución de la reproducción humana ya ha empezado; muchos ven una gran crisis y suelen ser los mismos que decían que reproducirse mucho es demasiado. Políticas aparte, el caso es que mucha gente ya está encontrando la felicidad en una máquina que no está viva. Admitámoslo, ¿quién necesita una conversación profunda cuando un algoritmo bien afinado te dice justo lo que quieres escuchar con la voz perfecta?

¡Chúpate esa, Tinder!