La fragua del baile de Eduardo Guerrero enciende el Cante de las Minas once años después
La fragua del baile de Eduardo Guerrero enciende el Cante de las Minas once años después
La fragua del baile de Eduardo Guerrero enciende el Cante de las Minas once años después
LA UNIÓN (EFE). El bailaor gaditano Eduardo Guerrero González ha dicho -en una entrevista a Efe antes de participar este lunes por la noche en el Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión- que "actualmente no se puede bailar desde la fragua o la mina porque no se vive desde la profundidad y dolor que pasaron aquellas personas que sí han vivido aquella situación no seríamos sinceros ni honestos".
A su juicio, hoy en día no es que no sufran los jóvenes bailarines o que no estén en la misma línea que aquellos que sí estuvieron en las minas, sino que "ahora mismo hay otro tipo de preocupaciones y de manifestaciones en las que los artistas más jóvenes hablan desde otros lugares y desde otros espacios totalmente diferentes".
"Estaría ocupando el lugar de alguien que sí ha vivido eso, que te cantaba de las entrañas y de un dolor insufrible. Nosotros tenemos que contar desde otro lugar, y es un lugar más urbano, más del presente, lo que no quiere decir que no suframos ni estemos en la misma línea", ha manifestado.
Con 'So-la-na y Las Minas Flamenco', que ha presentado en el Antiguo Mercado público de La Unión, Guerrero ha querido hacer una relación entre los puertos de Cádiz con La Unión, y mostrar esa relación que hay entre todos esos cantes, "desde un puerto hacia otro puerto".
Respecto a sus orígenes, Guerrero recuerda la casualidad de la vida, cuando su abuela vivía en una primera planta y justo en el bajo pusieron una escuela de flamenco, así que en una de esas visitas que se hace a casa de la abuela para estar con ella, pasó por la puerta y se quedó mirando a través de unos barrotes con la total honestidad de un niño de 6 años que vio que dentro ocurría algo; que bailaban, que se movían y que se divertían
"Pues yo ese día le pedí a mi abuela le pedía que quería bailar flamenco. Ya en la siguiente visita, me regaló mis primeros zapatos de baile, así que esa fue mi primera conexión con el mundo del flamenco. Y por suerte que he podido tener la oportunidad de que sea mi método de vida", recuerda como si fuera ahora ese momento en el que se había enamorado del flamenco a través de la visión de un niño que iba a jugar a casa de su abuela.
Cuando tan sólo tenía 6 años ingresó en la escuela de Carmen Guerrero y allí construyó los cimientos de su danza para pasar después a su desarrollo en profundidad, junto a maestros de la talla de Mario Maya, Antonio Canales y Manolo Marín, entre otros. Estudió Danza Española en el Conservatorio de Danza de Cádiz y, posteriormente, amplió sus conocimientos de danza contemporánea y de clásica.
A partir del año 2002 empieza a trabajar con grandes artistas del panorama nacional que valoran su indudable calidad, su capacidad física y su técnica depurada, desarrollando papeles principales en la Compañía de Aida Gómez, Eva La Yerbabuena, Rocío Molina, el Ballet Nacional de España. , Javier Latorre, Rafael Aguilar… Fue en 2011 cuando con su propia coreografía “Mayo” obtuvo el Premio Coreográfico Conservatorios Profesionales y es cuando Eduardo empieza su carrera en solitario.
Entre los numerosos premios que avalan su trayectoria cabe mencionar el Primer premio de Baile del Festival de Las Minas de la Unión 2013, que supuso su consagración.