MURCIA. Grigori Sokolov, considerado por muchos el mejor pianista actual del mundo, actuará este sábado en el auditorio regional Víctor Villegas dentro del ciclo Grandes conciertos que programa la consejería de Educación y Cultura. El maestro ruso interpretará un programa compuesto por las obras de Mozart Preludio y Fuga en Do mayor, KV 394, Sonata n. 11 en La mayor, KV 331 y Rondo en La menor, KV 511; y terminará el recital con Bunte Blätter, op. 99 de Robert Schumann.
El director general del Instituto de las Industrias Culturales y las Artes, Juan Antonio Lorca, indicó al respecto que “estamos ante una de las figuras más destacas de música clásica, un pianista que es un referente mundial y cuyas interpretaciones destacan por belleza expresiva, intensidad y honestidad”.
Será la cuarta vez que Grigori Sokolov actuará en el Víctor Villegas durante los 25 años de existencia del auditorio regional, siendo su primer concierto en Murcia en la sala Miguel Ángel Clares en 1997. Tras este primer concierto, que es recordado por los melómanos que pudieron disfrutarlo, el pianista volvió a actuar en 2004 y 2018, llenando la sala Narciso Yepes, la principal del Auditorio.
El concierto de Grigori Sokolov tendrá lugar este sábado, a las 20.00 horas, con entradas desde los 25 a los 35 euros. Para más información y adquisición de entradas, se puede consultar la página web del Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas: www.auditoriomurcia.org.
Grigory Sokolov nació en Leningrado (actual San Petersburgo) en 1950. Comenzó a tocar el piano con cinco años y, dos años después, inició sus estudios con Liya Zelikhman en la Escuela Especial Central del Conservatorio de Leningrado. Continuó recibiendo lecciones de Moisey Khalfin en el Conservatorio de Leningrado y dio su recital de debut en 1962. El talento de Sokolov fue reconocido en 1966 cuando a los 16 años se convirtió en el músico más joven en recibir la Medalla de Oro en el International Tchaikovsky Concurso de Piano en Moscú. Mientras realizaba grandes giras de conciertos en Estados Unidos y Japón en la década de 1970, su arte evolucionó y maduró lejos del foco internacional.
Sus grabaciones en vivo de la época soviética adquirieron un estatus casi mítico en occidente, evidencia de un artista único, nutrido por el rico suelo de la tradición rusa de piano. Tras la disolución de la Unión Soviética, Sokolov comenzó a aparecer en las principales salas de conciertos y festivales de Europa. Actuó como concertista solista en las principales orquestas como la Filarmónica de Nueva York, Royal Concertgebouw Orchestra de Ámsterdam, Philharmonia de Londres, Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks y Filarmónica de Munich, antes de focalizar su trabajo en recitales.
Sokolov realiza alrededor de 70 conciertos cada temporada, inmerso en un solo programa y recorriendo extensamente toda Europa. A diferencia de muchos pianistas, Sokolov tiene un gran interés en el mecanismo y la configuración de los instrumentos que toca. Pasa horas explorando sus características físicas, consultando y colaborando con los técnicos de piano para lograr sus requisitos ideales.
Los críticos llaman la atención regularmente sobre su extraña habilidad para articular voces individuales dentro de una compleja textura polifónica y proyectar líneas melódicas sin interrupciones. El arte carismático de Grigory Sokolov tiene el poder de cultivar la concentración necesaria para que el público contemple incluso las composiciones más familiares desde nuevas perspectivas.