CARTAGENA. La empresa González Soto ha sido adjudicada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) para llevar a cabo la conservación y adecuación del acceso a las baterías de costa de Cabo Tiñoso, donde se encuentra la conocida como batería de costa de Castillitos. Este proyecto ha sido adjudicado por 543.366,87 euros y tiene como objetivo mejorar la infraestructura vial de acceso a esta zona histórica y natural, que se encuentra dentro de un espacio protegido.
Las baterías de costa de Cabo Tiñoso, situadas dentro de un espacio natural protegido, son una parte clave del patrimonio histórico y militar de Cartagena. Estas fortificaciones, construidas a lo largo del siglo XX para la defensa de la costa mediterránea, se han convertido en un atractivo turístico de la región, con visitas diarias que requieren una infraestructura adecuada para su acceso. Sin embargo, en los últimos años, el deterioro de la carretera ha representado un riesgo considerable para los usuarios.
El tramo de carretera que será intervenido fue objeto de una serie de deslindes y actuaciones administrativas desde el año 2000, cuando la finca donde se encuentran las baterías y el camino de acceso pasaron a ser propiedad de la Dirección General de la Costa y el Mar, bajo el entonces Ministerio de Medio Ambiente. A lo largo de los últimos años, el acceso a las baterías ha sufrido graves daños debido a fenómenos meteorológicos, como las fuertes lluvias ocurridas en 2015 y 2017, lo que ha provocado la necesidad de continuas reparaciones que no han solucionado el problema de fondo. El deterioro del pavimento, la invasión de vegetación y la acumulación de escombros son algunos de los problemas detectados que dificultan el tránsito en la zona.
El proyecto de conservación y adecuación, que comenzará en los próximos meses, tiene como objetivo principal la rehabilitación de un tramo de aproximadamente 6,9 kilómetros de la carretera que conecta Campillo de Adentro con las baterías de Cabo Tiñoso. Este camino, que discurre por el Espacio Natural Protegido Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán, es un área de gran importancia ecológica, con especies protegidas de flora y fauna, y es parte de la Red Natura 2000.
1. Limpieza de márgenes y desbroce de vegetación: Dada la invasión de la vegetación en la calzada, se llevará a cabo un desbroce manual selectivo, principalmente en las zonas donde existen especies protegidas. Se retirará también el material acumulado en cunetas y sistemas de drenaje, mejorando el flujo del agua y reduciendo el riesgo de desprendimientos.
2. Mejora de las zonas de aparcamiento: En diferentes puntos del trazado, especialmente en las inmediaciones de las baterías, se adecuarán zonas de aparcamiento para facilitar el estacionamiento ordenado de vehículos. Se colocarán delimitaciones de madera tratada y se instalará señalización para garantizar una adecuada organización y uso de estos espacios.
3. Reparación del firme de la carretera: Se intervendrá en las áreas con baches y firme hundido, para lo que se prevé un saneo y compactación del terreno, seguido de la colocación de una capa de rodadura de 5 cm de espesor, que proporcionará mayor durabilidad y resistencia a la carretera. Este trabajo se realizará teniendo en cuenta la menor interferencia con el entorno natural.
4. Instalación de señalización y defensas viales: Se mejorará la señalización vertical y horizontal para mejorar la seguridad de los usuarios. También se colocarán barreras de seguridad de madera en áreas críticas para evitar accidentes.
El proyecto ha sido diseñado con una clara conciencia ambiental, dada la ubicación del camino dentro de un área protegida. Según la documentación ambiental adjunta al proyecto, las actuaciones no tendrán impactos significativos sobre las especies y hábitats protegidos, ya que se implementarán medidas de mitigación para evitar afectaciones. Entre las medidas destaca la realización de las obras fuera del periodo de cría de las especies avícolas protegidas, como el águila perdicera y el halcón peregrino, cuyas zonas de nidificación se encuentran en los alrededores.
Además, se procederá a la identificación y protección de las especies de flora protegidas antes de iniciar las labores de desbroce y limpieza. Todas las actividades de poda y limpieza se realizarán bajo la supervisión de un biólogo, con el objetivo de minimizar cualquier impacto sobre el entorno.
El plazo total de ejecución del proyecto es de 12 meses, pero se ha contemplado la interrupción de los trabajos entre diciembre y mayo para respetar el periodo de cría de las aves. Este cronograma permitirá la finalización sin contratiempos y con un impacto ambiental controlado. Una vez concluidas las obras, la empresa adjudicataria deberá asumir el mantenimiento durante un año, asegurando la conservación de las intervenciones realizadas.
