MURCIA (EFE). El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea ha descartado citar al presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, en la pieza que investiga la relación de la entidad con el excomisario José Manuel Villarejo, y ha optado por tomar declaración como testigo al presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri.
En un auto fechado este jueves, Gadea explica que, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, tomará declaración a Goirigolzarri en su calidad de ex consejero delegado de BBVA, así como al que fuera director de Comunicación del BBVA Javier Ayuso, aunque aún no ha fijado fecha para ninguna de ellas.
Se trata de la pieza que investiga los supuestos servicios de espionaje a políticos, empresarios y periodistas que el banco habría encargado al excomisario desde 2004, momento en el que la constructora Sacyr inició, sin éxito, un movimiento para tratar de tomar el control de la entidad.
En su auto, el juez explica que la acusación particular ejercida por el expresidente de Sacyr Luis del Rivero había pedido la declaración de Torres Vila para aclarar si estaba al tanto del contenido de una carpeta "drive" en la que el banco comenzó a recopilar documentación sobre los encargos a Villarejo, coincidiendo con las primeras publicaciones en prensa.
La recopilación de dicha información y la creación de dicha carpeta habría corrido a cargo del director de Comunicación del banco, Pablo García Tobin, y en ella se guardaron entre otros documentos, informes redactados por el exjefe de Seguridad de la entidad Julio Corrochano, imputado en la causa.
El juez Gadea entiende que para saber si Torres Vila estaba o no al tanto de dicha información lo que procede es preguntar a los que sí la conocían, ya que no existe "indicio alguno que permita sostener que hubiese tenido acceso a ella".
Del análisis de las actuaciones practicadas hasta la fecha y del estudio del material que obra en las actuaciones, añade el juez, no cabe sostener que Torres Vila impartiera "directriz, instrucción u orden alguna para ocultar documentos que afectasen al procedimiento".
Por el contrario, el juez sí considera la declaración de Goirigolzarri como "útil y necesaria", en su condición de consejero delegado del BBVA en los años que se investigan -2004 y 2005-.
En su caso, sí existen indicios de que tuvo acceso a diversos informes que "consideró delictivos pero no se atrevió a comentarlos" con el entonces presidente del banco, Francisco González.
A mediados de 2019 el juez acordó la imputación tanto del BBVA como de su expresidente Francisco González en una causa en la que ya figuraban como investigados otros antiguos directivos del banco, como el exjefe de seguridad Corrochano o el ex consejero delegado Ángel Cano.