protagoniza este sábado 'Los mojigatos' en blanca

Gabino Diego: "Mis personajes han estado muy ligados al clown, quieren algo y siempre fracasan"

4/12/2021 - 

MURCIA. Gabino Diego es casi como uno más de la familia, de tanto que lo hemos visto en la gran pantalla. Y no en cualquier película, no; ha sido en muchos de los más importantes títulos del cine español -ahí están, por poner algún ejemplo, Belle Epoque, El viaje a ninguna parte o ¡Ay, Carmela!, por la que recibió un Goya- y bajo las órdenes de los más reconocidos directores, como fueron Fernán Gomez, Martínez Lázaro, Chávarri, Trueba, Saura, Uribe o Cuerda, entre otros muchos. Con este último, encarnó uno de los personajes inolvidables de Amanece que no es poco (lo son todos), ese joven guiri que debió de pasar antes por Murcia y que le dice asombrado a un labriego: "Habla usted un pijo de bien". Hoy en día y con 55 años, el actor que dió vida a El rey pasmado pasa más tiempo sobre los escenarios que frente a las cámaras. Es el motivo de su visita a la Región de Murcia, donde representará este sábado, en el Teatro Victoria de Blanca, la obra teatral Los mojigatos, dirigida por Magüi Mira y compartiendo protagonismo con la actriz Carmen Barrantes.

"Me encanta la Región de Murcia, su clima, su gastronomía, su gente...", asegura el actor, quien recuerda veraneos de niño en La Manga y su participación como jurado en el Festival de Cine de Cartagena con tan solo 16 años. Conversa con Murcia Plaza sobre esta obra y sobre su carrera.

Llega este sábado a Blanca con la obra de teatro Los mojigatos, una comedia sobre asuntos serios. ¿Qué es lo que va a ver el público que se dé cita en el Teatro Victoria?

Es una función que, como toda buena comedia, tienen detrás un drama. Se trata de un matrimonio que ha decidido alquilar el teatro para contarle al público sus problemas, ya que llevan bastante meses de abstinencia sexual. Según va avanzando la función, nos vamos dando cuenta de por qué esta pareja tiene esos conflictos. Es muy bonito, porque durante la función nos dirigimos al público que presencia nuestras discusiones.

¿Se siente el público identificado con los problemas de pareja de este matrimonio? ¿Cuáles son?

Es una obra interesante porque toca todos los temas que hay en una pareja, incluidos los roles que pueden existir actualmente dentro de la misma. Hoy en día la mujer desempeña un papel que no tenía antes y el hombre a veces está un poco perdido, confundido, porque no sabe si tiene que ser un duro o sensible. Se toca incluso el tema del 'me too', al haber sufrido uno de los componentes de la pareja abusos de pequeño. También hay música en directo y coreografías creadas por la directora.

En tiempos duros como los que corren, ¿siente que el público tiene más necesidad de la risa que le puede arrancar una comedia como Los mojigatos?

El público necesita reírse, pero también necesita poesía, esperanza y ver personajes con ganas de vivir, que yo creo que es lo más importante. Pero sí, el humor siempre es importante.

El teatro, y las artes escénicas en general, han sufrido especialmente la pandemia. ¿Cómo lo ha vivido usted con esta obra?

Muy confundido. Nosotros íbamos a empezar a ensayar esta función y nos confinaron. Cada poco tiempo me llamaban de producción para decirme que ya íbamos a empezar y se volvía a aplazar. ¿Cómo íbamos a empezar con lo que se estaba viendo en la televisión? Yo no tenía ganas ni de estudiar ni de nada, porque me sentía como tanta gente... no teníamos ni idea de lo qué iba a pasar. Después, empezamos a ensayar, pero con unas mascarillas de metacrilato. Así que, así fue.

Foto: Javier Naval

El reencuentro con el público habrá sido especial...

La verdad es que sí. Da mucha ternura ver al público con sus mascarillas, porque es gente que se resiste a dejar de ir al teatro y que quiere llevar una vida normal.

Le tenemos encasillado en papeles de comedia... ¿no se lleva bien con el drama?

A mí lo que me gusta es, en definitiva, interpretar buenos personajes. Y la comedia está muy ligada al drama. Tú ves El apartamento, de Billy Wilder, y no sabes si es una cosa u otra. Lo que yo más he hecho son personajes que fracasan, ligados al clown, al payaso. Son personajes que quieren conseguir algo y les sale mal; por el camino fracasan y ahí está su éxito y donde la gente se ríe de lo mal que lo pasan.

Empezó muy joven a actuar, siendo uno de los rostros que ha estado presente en muchas de las grandes películas del cine español. ¿Siente ese reconocimiento y ese cariño por parte del público?

Sí lo noto, sí. Precisamente, el otro día estaba por la Puerta del Sol y me hice una foto con un chico de Murcia. Me hace muy feliz hacer teatro por eso mismo, porque me encuentro con el público en directo. La verdad es que siempre he notado el cariño de la gente.

¿Por qué se ha decantado ahora más por el teatro que por el cine?

Yo hago cine, televisión, teatro... pero es en el teatro donde más seguridad he tenido siempre, porque termino un proyecto y ya tengo otro por preparar. De hecho, he dicho que no a alguna película por estar embarcado en una obra de teatro. Siempre estoy dispuesto a hacer buenos personajes, porque a mí lo que me gusta es actuar, y ahora, pues bueno, es el momento de hacer más teatro. Por ejemplo, cuando termine con Los Mojigatos, voy a empezar otro proyecto con Josema Yuste, El aguafiesta, de Francis Veber, el mismo autor de La cena de los idiotas, una comedia muy inteligente y divertida.

¿Tiene alguna película o algún papel que le haya marcado especialmente?

Son muchos, desde Belle Epoque, El rey pasmado, Los peores años de nuestra vida, El viaje a ninguna parte, La hora de los valientes o ¡Ay, Carmela!, por la que gané un Goya al mejor actor de reparto. Por Amanece que no es poco pusieron mi nombre a una calle de Socovos, ya que estuvimos rodando por allí y eso fue algo muy bonito. La verdad es que me siento muy satisfecho y orgulloso del trabajo que he realizado.

Por cierto, esa frase ya mítica de "habla usted un pijo de bien" que dice en Amanece que no es poco, ¿no será un guiño a Murcia?

(Se ríe) Es verdad que 'pijo' se dice mucho en Murcia, pero creo que también por alguna zona de Albacete y Extremadura. 

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