VALÈNCIA (EP). Las exportaciones de cerveza española caen un 2,8% en 2023, pero se mantienen por encima de los cuatro millones de hectolitros, lo que supone un 34,5% más que antes de la pandemia, situando a España como segundo país productor de cerveza de la UE, según los datos ofrecidos durante la Asamblea General de Cerveceros de España.
En un contexto de incertidumbre, las ventas globales de cerveza cayeron un 0,7% con una cuota de ventas a la hostelería aún por debajo de los niveles previos a la pandemia y un descenso del 3,5% en el canal de alimentación a falta de cerrar los datos oficiales con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y otras entidades.
De esta forma, el impacto socioeconómico de la cerveza en España es importante ya que contribuye al 1,3% del PIB, generando el 2,7% del empleo, lo que equivale a más de 540.000 puestos de trabajo en todo el país, y representando el 2,6% de la recaudación fiscal.
Por otro lado, España es el país líder en consumo y producción de cerveza sin alcohol, un 3,5% más en volumen de ventas respecto a 2022.
Además, el sector es fundamental para el desarrollo del medio rural, impulsando la economía local y la cohesión social, ya que los bares se erigen como el corazón de los pueblos, siendo espacios de encuentro y sociabilización vitales para la vida común.
En la España rural, la relevancia de la cerveza para el sector hostelero se acentúa, con el 30% de los bares y cafeterías en pequeños municipios catalogados como cervecerías. Así, la falta de bares afecta directamente a la fijación de población, con un 20% de los municipios sin este tipo de establecimientos, dejando a 142.781 personas sin un punto de encuentro en su pueblo.
Además, el 14% de los municipios cuenta solo con un bar, lo que afecta a 367.317 personas. En total, 510.098 españoles se ven privados de la vitalidad social que ofrecen los bares en sus comunidades.
La cerveza, además de impactar en la despoblación, tiene un fuerte vínculo con el sector agrario y rural, ya que el 90% de los ingredientes utilizados en su elaboración provienen del campo español (en situación de normalidad), generando empleo y dinamizando la economía local.
"La cerveza no es solamente una bebida, sino un símbolo de la identidad y de las raíces españolas. A lo largo del tiempo, ha conseguido conectar las costumbres y tradiciones más arraigadas de nuestra historia y convertirse en un símbolo de convivencia, encuentro y celebración que trasciende fronteras y nos sitúa en un lugar privilegiado dentro del panorama cervecero mundial", ha asegurado el director general de Mahou San Miguel, Alberto Rodríguez-Toquero, durante la asamblea.