Parece que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y si es europeo hasta una docena de veces
Cuentan desde antiguo que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, frase (en época moderna) atribuida al intelectual hispano norteamericano conocido como George Santayana. Europa es un ejemplo de ello. Las naciones de esta prolongación de Asia que se adentra en el océano Atlántico, fronteriza con África, se enfrentan periódicamente a desafíos frente a los que sus élites deben responder, como diría Arnold Toynbee, y este es uno de esos momentos.
Los retos que se materializan hoy en día son múltiples, desde endógenos como el incremento de la desafección política de la ciudadanía respecto a los regímenes constituidos a externos como las continuas tensiones fronterizas motivadas por las migraciones o por actores internacionales agresores; desde etéreos como el relativismo moral a prosaicos como la decadencia demográfica o el cambio de modelo energético. Y justo es en este momento de dificultad cuando un hombre, David Sassoli presidente del Parlamento Europeo, un gran hacedor de consensos en la UE, tan al uso en esas instituciones europeas, nos ha dejado a la edad de 65 años. Este socialdemócrata de inspiración cristiana ha tenido un sinfín de obituarios favorables entre los representantes de la Unión. Recordemos que se inició en política hace poco más de una década, habiendo rebasado la cincuentena proveniente del periodismo donde era un conocido presentador televisivo italiano. Ahora sólo falta que las previsiones sucesorias (arece ser que será relevado por su vicepresidenta primera la democristiana maltesa Roberta Metsola) den tan óptimos resultados como parece ha logrado Sassoli.
El fallecimiento del político italiano se ha producido justo en el momento que ha ocurrido el enésimo episodio de crisis en las fronteras del Este europeo, por obra y gracia de nuestros vecinos euroasiáticos rusos, pero este lance no se ha desarrollado en los campos de maniobras de la gran llanura europea, sino en los empaquetados despachos de las cancillerías, es decir no en el entorno castrense sino en el ambiente diplomático, menos sangriento en apariencia pero mucho más cruento finalmente. Y todo ello pese a lo dicho (como ya les comentamos) por Josep Borrell alto representante de la UE, pues se está hablando de Europa y de la UE, sin estar presente la UE.
Los encuentros diplomáticos de los que les voy a hablar son fruto del pulso del que ya hemos tratado en anteriores encontronazos, entre Rusia, con su líder Vladimir Putin a la cabeza, y sus proxy (intermediarios) actores internacionales como son la Bielorrusia de Aleksandr Lukashenko, o las milicias de Donetsk y Lugansk, etcétera, y por otra parte Occidente, con los debilitados USA y su anciano presidente Joe Biden y sus aliados europeos congregados en torno a la Unión Europea, la cual como antes decíamos no ha sido invitada a participar….por el momento. Y que además, como guinda, ha tenido en los incidentes en Kazajistán una advertencia, con una pretendida revuelta popular (posible operativo de falsa bandera, ya sea externa o interna) que quería deponer al presidente Kasim Tokaev que ha tenido que pedir el apoyo de los estados miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO) que desplegó tropas en ese país (principalmente rusas) y que ya este viernes han empezado a retirarse, de cómo se resuelven los problemas por aquellas latitudes.
La primera negociación se inició el pasado lunes en Ginebra entre los norteamericanos y los rusos. Y no ha sido cerrada en firme, siguen enviándose mensajes, prácticamente a través de los medios, sobre las peticiones de los rusos de que la OTAN no siga creciendo hacia el Este. Incluso en algún momento ha pedido retroceder a la situación previa a la ampliación de 1997, y la contraparte occidental que ha pedido la retirada de las tropas rusas de las cercanías de la frontera ucraniana, cuando la tensión de una posible invasión crece, justo en el momento (este mismo viernes) en que se acaba de producir un ciberataque masivo contra las webs del gobierno de ucrania en que se puede leer un claro mensaje "ucranianos, tengan miedo y prepárense para lo peor".
Este pasado miércoles pasado se produjo una segunda reunión, esta vez entre la OTAN (donde se integran la practica mayoría de países de la UE) y Rusia, con escasos resultados, por no decir nulos. Para finalizar el jueves se celebró la cumbre entre Rusia y la OSCE para seguir intentando desescalar la crisis ucraniana; por cierto, volvemos a observar cómo en esta organización internacional se integran la totalidad de los países de la UE, en un claro ninguneo de todos (no sólo de los rusos) a las instituciones europeas. Pero no está tan claro, dado que pudiera ser también un ninguneo a un cargo o persona concreta, Josep Borrell, que recordemos afirmaba aquello de no hablar de Europa sin estar presente Europa, cuando quizás confunde institución con su cargo/persona, pues rememoremos los patinazos que ha tenido frente a un veterano de la diplomacia como Sergei Labrov, como consecuencia de su injerencia en la cuestión del opositor ruso represaliado Alekséi Navalni, y que logró (Labrov) sacar los colores al español por la posición frente al régimen comunista de Cuba de España y la UE (que a veces parece diferenciarse), por la comparación (tachándonos de hipócritas) entre Navalni y los presos (ahora indultados) del golpe contra la convivencia pacifica, la unidad de España y su Constitución, condenados por delitos de sedición, malversación de caudales públicos y desobediencia, para finalizar tras esa reunión Borrell-Labrov con la expulsión de Rusia de diplomáticos de Alemania, Polonia y Suecia.
Aunque aún parece que se acaba de escribir un penúltimo capítulo, se escribirán muchos más seguro, de este pulso en el cual se deja vislumbrar cuál es uno de los posibles objetivos secundarios de esta escalada en las fronteras con Rusia (pues el objetivo principal creo yo es volver a recuperar esas viejas glorias soviéticas territoriales y de influencia) el cual sería la aceleración de la apertura y puesta en funcionamiento del gaseoducto su North Stream 2 (del que ya les he hablado en alguna ocasión). Pues el señor Borrell acaba de mostrar, o ha dado esa impresión, de que se pudiera conceder este deseo a los rusos a su contrario, ¿otra metida de pata y de cesión frente a ellos?, a cambio de que rebajasen la tensión/presión en las fronteras. Y en una sucesión temporal de acontecimientos los euroasiáticos han respondido que aceptan que la UE se siente en la mesa de negociaciones aunque siempre acompañada por el Tío Sam, a la vez que manifiestan que "No esperaremos para siempre" la respuesta occidental respecto a las garantías legalmente vinculantes de la no expansión de la OTAN (clara alusión a Ucrania) y el no emplazamiento de armas estratégicas hacia sus fronteras, para mostrar firmeza.
Esta situación con tanta inseguridad seguro que tiene unas repercusiones y consecuencias poco positivas, pues la debilidad e inestabilidad europea (y de sus instituciones) genera un clima de incertidumbre alrededor de la UE, nada bueno ni para la economía ni para la política. En unos momento además decisivos en cuanto, por ejemplo, el cambio de modelo energético europeo, pues estos días se decide si se consideran fuentes de energía verde, los hidrocarburos de gas licuado y la energía nuclear, aquí muy penalizada por la ideología ecologista, aunque no tanto como en Alemania que a lo largo de este año cerrará todas sus centrales nucleares, a pesar de que hace poco más de un año se inauguró una central térmica de carbón de 1,1 Gigavatio y se proyecta la construcción de nuevas centrales de gas.
Precisamente ahora, por ejemplo, que acaba de ponerse operativa en China una nueva central nuclear, adelantándose a otros países occidentales que trabajan en esa misma línea, pues es un hito importantísimo en el mundo, al aplicarse una nueva tecnología, la del diseño de los SMR Small Modular Reactor (pequeño reactor modular) donde parece que se conseguirá una energía nuclear más limpia, pues el combustible radioactivo generará muchos menos residuos (pues en algunos proyectos además de uranio se utiliza Torio), más barata pues son centrales nucleares más pequeñas y mas fáciles y rápidas de construir (se pueden fabricar en otro sitio y transportar sus componentes), y más seguras pues además de tener un combustible menos radioactivo los elementos de seguridad en lugar de ser activos son pasivos por lo que la parada de la central en caso de algún incidente está, parece ser, asegurada, por lo que ya ven son un salto cualitativo respecto a los reactores existentes del tipo Reactor de Agua a Presión (PWR, Pressure Water Reactor).
Ya ven vivimos una época de riesgos e incertidumbres, pero también de oportunidades, ya saben toda crisis es una oportunidad, como son estos SMR para una energía del futuro limpia libre de carbono, esperemos que el sectarismo y el egoísmo, no nos hagan perder ningún tren con destino al futuro.