MURCIA (EFE). La organización profesional agraria ASAJA Murcia estima que en la próxima cosecha de limón habrá un 20 % menos de la variedad fino, cuya campaña comienza en el mes de septiembre, y un 30 % de la variedad verna, para el mes de abril.
En un comunicado difundido este martes, ASAJA señala que “los datos obtenidos, tras realizar encuestas en campo, en las distintas zonas productoras de la Región, confirman una reducción de cosecha, motivada por las adversidades climáticas, las limitaciones y mala calidad del agua de riego, la incidencia de plagas y enfermedades y la reducción de labores en el manejo del cultivo, por falta de rentabilidad en la campaña anterior”.
Además, los servicios técnicos de ASAJA Murcia apuntan que “la campaña 2023-2024 fue desastrosa para los agricultores, con precios muy por debajo de los costes de producción, con una media de entre 3 y 9 céntimos por kilo para los limones destinados al mercado de exportación y un valor negativo para los destinados a industria, incluso asumiendo el coste de su recolección o dejarlos sin recolectar".
La próxima campaña augura una vuelta a la normalidad en cuanto a cantidades y precios, según Asaja, que considera que con la reducción de la producción en torno a un 30% "se volverá a un equilibrio para poder atender toda la demanda del mercado en fresco".
Desde ASAJA instan a la responsabilidad de todos los operadores comerciales, empresas exportadoras, cooperativas e industrias transformadoras para la correcta gestión de la próxima campaña de limón dado que los volúmenes que se pueden comercializar y los destinados a industria van a estar en los parámetros de una campaña normal.
Los dirigentes de esta organización “hacen un llamamiento especial a la responsabilidad social de la gran distribución y los supermercados para que asuman los costes reales de los agricultores y sus proveedores y no obtengan márgenes comerciales abusivos, a costa de quién les preceden en la cadena de valor agroalimentaria".
Por otra parte, señalan que las limitaciones impuestas por la Unión Europea en el uso de fitosanitarios para prevenir y erradicar las plagas y enfermedades que afectan a los limoneros está provocando una "indefensión de los agricultores frente a las mismas, con escasas materias activas disponibles y con mayor coste económico y que al haberse limitado a determinado número, provoca el efecto de resistencia de los insectos y organismos patógenos para los árboles".
En ese sentido, consideran necesario que el Ministerio de Agricultura agilice los usos excepcionales y amplíe el número de materias activas para erradicarlas.
También aboga por realizar campañas de concienciación destinadas a los consumidores europeos para que conozcan el valor económico, social y medioambiental de las plantaciones de cítricos y que su consumo es "vital para el sostenimiento de miles de familias de agricultores en territorio europeo".
Asaja cree que el cultivo de cítricos debe considerarse estratégico para la Europa meditérranea ya que supone fuente de empleo que fija población en el medio rural, además de contribuir al mantenimiento de la biodiversidad, frenar la desertización, el mantenimiento de los paisajes agrícolas, y contribuye a la absorción de CO2.
Por otro lado, la organización agraria vaticina una reducción respecto a la campaña anterior de un 10% en la naranja, otro tanto menos en mandarina y un 5 por ciento en pomelo, con lo que la producción esperada "va a estar en situación de equilibrio, garantizando un buen suministro a los mercados con unos precios razonables para los agricultores”.