MURCIA. Tras un par de años de parón, la recuperación del yacimiento de San Esteban tomará carrerilla esta primavera. Se encargará de nuevo el equipo de Jorge Eiroa y según el informe realizado por el equipo de arqueología de la UMU, el yacimiento se encuentra en buen estado estructural, pero las láminas de tejido geotécnico presentan degradaciones, desde erosiones leves hasta la desaparición total.
Sin embargo, las estructuras arquitectónicas arqueológicas han resistido muy bien el ataque de los factores de degradación como el sol, el agua y el viento, aunque los deterioros más importantes siguen siendo los derrumbes de algunos elementos constructivos que ya fueron detectados en julio de 2020, así como tres muros afectados por descalce en sus cimientos, pero no se observan daños importantes en estructuras que no se hubieran detectado de antemano.
Durante los meses de pandemia, el yacimiento ha continuado con los tratamientos de limpieza y aplicación de fungicidas, y los episodios de lluvias torrenciales se solucionaron con bombas de achique. Ambas medidas han resultado ser efectivas.
Los trabajos de mantenimiento y conservación de los restos consistirán, principalmente, en la reintegración de estructuras, en el repaso de las láminas de geotextil, en el repaso de apuntalados y en la recolocación de gravas.
En concreto, en cuanto a la reintegración-reconstrucción de estructuras, se reintegrará el volumen de las estructuras deterioradas asegurando su estabilidad y resistencia y en caso de necesidad por pérdida de material se reemplazarán por morteros afines a los materiales originales.
Asimismo, se añadirá una malla de fibra de vidrio --una marca de separación-- entre la zona original y la materia de reposición. Además, la fábrica de ladrillos se reconstruirá reutilizando las piezas originales del propio yacimiento.
En cuanto a las láminas de geotextil, el Ayuntamiento explica que las cubiertas protectoras están funcionando correctamente, conservando las superficies y evitando el crecimiento de la vegetación. Serán recosidas con hilo de nylon y se recolocarán con el color marrón a la vista, pues se ha demostrado que se degrada menos que el negro ante la luz.
Además, Se repasarán todos los apuntalados del yacimiento mejorando las instalaciones y se repondrán los apuntalados de la zona oeste. Al mismo tiempo, se procederá al reparto y cambio de la situación de la grava extendida en el yacimiento para cubrirlo de manera uniforme.
Las excavaciones tendrán como objeto concluir la excavación arqueológica en dos espacios que ya han sido objeto de consolidación e investigación y que todavía tienen zonas sin excavar como la maqbara y Recinto II. También se iniciarán excavaciones en una zona que no ha sido objeto de trabajos arqueológicos desde 2009 en la que se podrían localizar unas tiendas.
Los trabajos en la maqbara islámica tienen por objetivo recuperar los restos humanos, comenzando en la zona más oriental, donde se han localizado hasta tres individuos. Su análisis añadirá información acerca de la población, calidad de vida y modificaciones en las normas constructivas que pueden estar relacionadas con cambios de población de la Arrixaca.
Además, continuarán las excavaciones ya iniciadas en el Recinto II, un gran espacio doméstico de 275m2 que presenta algunas incógnitas, por lo que es preciso concluir la excavación del espacio 2 (el zagual longitudinal del flanco oeste) y excavar por completo dos espacios que aún no han sido abordados.
El tercer espacio en el que se van a concentrar los trabajos arqueológicos es en el sector ubicado junto a la casa 2 en el que se han localizado tres estructuras identificadas como posibles tiendas o talleres. El objetivo es definir los espacios, sus fases de uso y cronología, así como conocer el sistema hidráulico vinculado a estas tres estructuras y analizar los restos hallados para interpretar estos espacios.
Para el desarrollo de los trabajos arqueológicos, de campo y especialmente de laboratorio se ha conformado un equipo de investigadores de larga trayectoria y prestigio reconocido en cada uno de sus ámbitos.
Las actuaciones contarán con cuatro arqueólogos, una arqueobotánica, un antropólogo y una restauradora que trabajarán junto con la dirección facultativa. Asimismo, se dispondrá de un grupo de universitarios en prácticas procedentes principalmente del Grado de Historia y Máster en Historia y Patrimonio Histórico de la Universidad de Murcia.
El Ayuntamiento ha recordado que en estos últimos años se ha "aprobado de forma definitiva" el 'Plan especial de ordenación y protección de la zona arqueológica de la Arrixaca Nueva'. Asimismo se ha impulsado la elaboración del Documento Técnico Museológico elaborado por la Comisión Técnica creada al efecto y que tendrá su reflejo inmediato a través de su inclusión en el proyecto de obras que fue encargado por el Gobierno de España.