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HECHO A MANO / OPINIÓN

Esta vida no me representa

12/12/2021 - 

MURCIA. Esta vida no me representa. Desconozco si a usted la suya, pero ya le advierto que, si es de los que sabe las horas valle de la tarifa de la luz, este artículo le interesa.

Una mañana te levantas y te encuentras buscando en Amazon un robot aspirador fregasuelos, pensando que esa es la solución a tus problemas, ingenua de ti. ¡Qué bien! Con esto voy a tener mucho tiempo. ¡Claro! para poner más lavadoras, limpiar, planchar, estar en el parque con los niños… O ¿pensabas que iba a ser tiempo para ti? Lo que se dice una idea brillante. No sabes cómo no se te ha ocurrido antes.

"no hablo de vivir bien. Como diría Vivian en 'Pretty Woman', quiero más: quiero el cuento de hadas"

O si no, ese momentazo en el que vuelves a casa arrastrando, portando las bolsas de la compra de tres kilos cada una, la garrafa del aceite, el bolso resbalando del hombro, las llaves en la boca y te suena en el móvil el politono de tu jefe (Rata de dos patas - Paquita la del Barrio, 2004).

Te percatas de todo esto cuando en julio, tu hijo te pregunta por qué sólo tienes dos semanas de vacaciones y tú le contestas: porque me encanta mi trabajo. Pero ¿cómo se puede ser tan rastrero? ¿Quién va a creer soberana gilipollez por ingenuo que sea? Por supuesto, si fuera al revés, trabajar dos semanas y vivir a la bartola el resto del año te produciría urticaria. Un malestar supino siendo un parasito para la sociedad, ¿no es eso?

¡Ay, alma de cántaro!, pero ¿no te das cuenta? Tan sistematizados estamos que los árboles no nos dejan ver el bosque. Que lo sepas: ¡Has nacido para ser una puta diosa! Y usted: ¡Zeus!, por lo menos.

No, no hablo de vivir bien. Como diría Vivian en Pretty Woman, yo quiero más: quiero el cuento de hadas… Que el trabajo dignifica ¡Ja! Eso es lo que pretenden hacernos creer, pero no nos engañemos, seguro que usted también se siente razonablemente realizado en una villa en Las Maldivas dentro de un jacuzzi bajo la noche estrellada, rodeado de mujeres despampanantes mientras les da su bendición con unas botellitas de Veuve Clicquot.

Claaaaro. Yo también me siento bastante satisfecha conmigo misma cuando después de un masaje con un sueco ¡ay no, perdón! un masaje sueco, me doy un garbeo por la Milla de oro a ver qué se me antoja hoy y termino comiendo en cualquier garito en cuya puerta brillen un par de estrellitas Michelín (como mínimo). Y así un día detrás de otro. Cartier, viajes, diamantes… y de contigo pan y cebolla, ni la rima. Si algún día me siento vacía ya me lo haré mirar.

El caso es que por ahora esta es la vida que nos ha tocado vivir. Como hasta que no muramos desconozco si nos van a dar otra vida extra o si ésta será de nuestro agrado (no vaya a ser que me reencarne en un lechón), voy a vivirla de la manera más autentica y fiel a mí. Ser genuino, sí, eso me representa… a falta del Cartier.

En fin, como diría John Lennon: la vida es lo que pasa mientras estas ocupado haciendo otros planes.

Gracias por su lectura.

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