MURCIA (EP). Un 73% de españoles está de acuerdo en que los menores de 14 años no deberían tener acceso a las redes sociales, ni dentro ni fuera de la escuela, según un estudio de Ipsos realizado en 30 países, incluida España.
El informe 'Monitor de Educación de Ipsos 2024' revela que todas las generaciones están de acuerdo en esta prohibición, contando con más apoyo entre los Baby Boomers (78%), seguidos de la Generación X (74%), los Millennials (73%), y la Generación Z (64%).
Además, de los datos se desprende que un 31% de la población española cree que el impacto de la tecnología en la educación es más negativo que positivo, once puntos más que el año anterior.
La misma tendencia se registra en cuanto a la prohibición del uso de la Inteligencia Artificial (IA) en las aulas (incluido Chat GPT) pues, mientras en 2023 un 40% de españoles estaba en contra de prohibir su uso, ahora es casi ese mismo porcentaje (un 39%) el que está a favor de prohibirlo.
En cuanto a las generaciones, son los Millennials los que están más a favor de la prohibición de la IA en el colegio (45%), seguidos de la Generación X (39%), la Generación Z (38%), y los Baby Boomers (30%).
En cuanto al uso de los 'smartphones', la mayoría de la población española (63%) apoya su prohibición dentro de las aulas, aunque existen grandes diferencias entre las generaciones, siendo los Boomers (70%) los españoles que más se muestran a favor de esta prohibición y la Generación X (42%) los que menos.
A nivel mundial, el estudio muestra que un 36% de la población cree que cuentan con un sistema educativo pobre, frente al 33% que le parece bueno. En España también es mayoritaria lo opinión de que el sistema es fallido (38%) frente al 31% que declara que es un buen sistema.
A pesar de estos datos, España se encuentra entre los cinco países europeos con una opinión más positiva sobre la educación pública de su país, por detrás de Irlanda (64%), Gran Bretaña (44%), Países Bajos (41%), y Suecia (40%).
Además, la mayoría de la población mundial (57%), de media, cree que la educación está peor ahora que en su época, algo que se confirma también en España donde uno de cada dos españoles está de acuerdo con esa opinión, frente a un 24% que creen que ahora es mejor.
Sin embargo, estas opiniones varían según las circunstancias personales de los ciudadanos. Así, los padres con hijos son más proclives a tener una opinión positiva sobre el sistema educativo, una tendencia que también se confirma en España, donde un 36% de la gente con hijos declara que la calidad del sistema educativo en España es buena, frente al 26% que tiene una opinión negativa.
Por generaciones, en España, un 37% de los Millenials creen que hay un buen sistema educativo, un 34% en el caso de la Generación Z, mientras que entre los Baby Boomers este porcentaje baja hasta el 29% y hasta el 23% entre la Generación X.
En cuanto a los retos de la educación pública en España, el nivel de satisfacción de los encuestados baja, en lo relacionado con la revisión de un plan de estudios obsoleto (29%), la saturación en las aulas (28%) y la falta de financiación pública (28%).
Igualmente, el 61% piensa que los planes de estudios en España no fomentan lo suficiente el pensamiento crítico, no desarrollan las habilidades creativas (59%), no promocionan la curiosidad (58%) y el desarrollo de habilidades generales (54%) como la comunicación. Además, uno de cada dos españoles piensa que el sistema educativo actual le da demasiado poco espacio a la enseñanza de habilidades básicas como son la lectura, escritura y aritmética.
Por el contrario, los españoles se muestran mayoritariamente satisfechos con todo lo relacionado con los recursos e instalaciones con los que cuentan las instituciones educativas (56%) y el 53% comparte la idea de que el sistema educativo español contribuye a reducir las desigualdades sociales, aunque un 39% no está de acuerdo con que el sistema fomente la igualdad.
Sobre la violencia en las aulas, a nivel global, un 48% de media de la población mundial no percibe los centros educativos como lugares libres de violencia o acoso, un porcentaje que en España se eleva hasta el 53%, frente al 42% que cree que sí lo son.