MADRID (EFE). España fue el país de la Unión Europea (UE) donde más subieron los precios (un 22 %) de los combustibles en 2021, según datos que ha facilitado hoy la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (AESAE).
España cerró diciembre con un precio medio de la gasolina de 148 céntimos/litro, cuando en Europa se pagó de media a 140 céntimos.
Solo se registraron precios mayores en Holanda (166 céntimos), Finlandia (151,6 céntimos) y Dinamarca (148,3 céntimos).
Según Aesae, el incremento de precios ha sido una tendencia generalizada en la Unión Europa durante 2021, pero España ha sido el más perjudicado de acuerdo con sus cálculos.
El precio más bajó lo registró en enero, con 121 céntimos por litro de media; mientras que el más alto fue en noviembre, cuando superó los 151 céntimos por litro, una cifra que no se alcanzaba desde 2012.
En el caso del diésel, su tarifa media en 2021 en España fue de 134,7 céntimos de euro, cuando en Europa no superó los 126,2 céntimos de euro.
El precio más alto se detectó en noviembre, cuando superó los 138 céntimos por litro; y el precio más bajo en enero, donde apenas alcanzaba los 110 céntimos por litro, destaca la asociación de gasolineras automáticas.
Para el presidente de Aesae, Manuel Jiménez Perona, estos datos reflejan que España es "uno de los países de la Unión Europea en donde el efecto cohete –aplicación inmediata de la subida de costes- y el efecto pluma -lenta aplicación de la bajada en los costes- son más evidentes”.
Aunque recuerda que el precio no depende de las decisiones de un gobierno, precisa que este sí puede optar por medidas que mejoren la eficiencia del mercado, entre las que apunta contar con un mercado más liberalizado que permita contener más la subida de precios que se registra desde hace meses.
Desde Aesae destacan que la diferencia de precio que ofrecen las gasolineras automáticas frente a las tradicionales ha aumentado un 8 % durante los últimos meses, lo que en algunas comunidades autónomas puede suponer hasta 20 céntimos menos por litro, por lo que piden a las administraciones que no aprueban normativas que interfieran su expansión, ya que estos establecimientos son los "únicos" que pueden luchar contra el citado "efecto cohete".