BRUSELAS. La flota pesquera del Mediterráneo Occidental podría quedar amarrada en puerto dos meses el próximo año, debido a la propuesta de la Comisión de reducir en un 15% la pesca de arrastre para cumplir con el plan plurianual de sostenibilidad fijado hasta 2025. La Comunitat Valenciana, Murcia, Catalunya y Andalucía se verían afectadas de forma considerable, tras un año de pandemia que ha provocado un descenso de la actividad habitual y con una reducción previa del 10% establecida para este año. España se ha opuesto a esta propuesta en el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca celebrado esta semana en Bruselas.
Paralelo a las negociaciones del Brexit, los ministros de la UE tienen como objetivo llegar a un acuerdo sobre las posibilidades de pesca para el próximo año para las poblaciones de lenguado del sur, cigala del golfo de Cádiz, merluza del norte, caballa, gallo y boquerón. La comisión ha propuesto unas reducciones para 2021, de entre el 10 y el 20%, con una rebaja respecto al documento inicial, que España sigue considerando excesivas, ya que hay cuatro años por delante para ir reduciendo las capturas hasta alcanzar el objetivo del rendimiento máximo sostenible.
Los ministros iniciaron negociaciones sobre los tres reglamentos que fijan las posibilidades de pesca para 2021 en determinadas zonas del Atlántico y el Mar del Norte, el Mediterráneo y el Mar Negro, así como para determinadas poblaciones de aguas profundas. Esta última, también para 2022.
Entre estas propuestas, además, está la posición inicial de reducción del 15% de la pesca de arrastre, que afecta a cuatro regiones autónomas españolas con litoral en el Mediterráneo Occidental y que, pese a la oposición de España, no ha sido modificada. Esto supondría para 600 arrastreros de Catalunya, Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía la obligación de quedar amarrados a puertos durante dos meses a lo largo de 2021. Esta reducción se suma al 10% de 2020, que ya les obligó a parar durante 20 días.
España no ha presentado una propuesta cuantificada contraria a la bajada del 15%, pero sigue negociando de forma bilateral con los países nórdicos para llegar a una acuerdo. Sí ha conseguido un tímida mejora en la merluza, con una reducción del 10% respecto a la s inicial de un 12%, o en el lenguado, con un 20% de bajada, respecto a la propuesta inicial del 42%. No obstante sigue negociando que debe bajarse esa cifra ya que, por ejemplo, respecto a la merluza sur, afecta a todo el conjunto de la flota pesquera española porque se pesca en toda la costa.
La diferencia de criterios estriba en que se ha establecido un stock determinado en una población de especies que no se corresponde con la distribución de cuotas. Por ello, también se han debatido medidas adicionales de compensación para atender a la flota en caso de parada. Ello afectaría también al acuerdo del Brexit respecto a la pesca, si se establecen limitaciones de pesca para entrar en aguas del Reino Unido.
“El impacto social y económico será importante sobre cada flota por las propuestas e la Comisión Europea”, explican fuentes de la representación española en este Consejo. Y añadieron que es un “momento difícil”, ya que consideran que estas reducciones, y en concreto del el Mediterráneo Occidental, “es desproporcionada en el segundo año, cuando quedan cuatro años para llegar al desarrollo sostenible”. España, añadieron estas fuentes “no dará el visto bueno” a la propuesta de pesca para el 2021, si no se formaliza en términos de “proporción y equilibrio para llegar a los objetivos de 2025”.
Respecto al Brexit, siguen las negociaciones par llegar a una cuerdo recíproco, aunque sea de forma temporal, para 2021, ya que hay que establecer las cuotas sobre los stocks, las poblaciones de especies compartidas, las limitaciones y las licencias entre el Reino Unido y la Unión Europea. Como caso de urgencia, se ha iniciado un proceso de adopción de un Reglamento, que se acelerará para su aprobación por el Consejo y el Parlamento antes del 31 de diciembre próximo.
Para hacer posible que los buques pesqueros de la UE y el Reino Unido sigan teniendo acceso a las aguas de los demás a partir del 1 de enero de 2021, el Consejo adoptó ayer su posición sobre un Reglamento de la UE para las posibilidades de acceso hasta que se concluya un acuerdo de pesca UE-Reino Unido o hasta el final. de 2021, lo que ocurra primero. En cuanto a las posibilidades de pesca y las cuotas gestionadas conjuntamente por la UE y el Reino Unido, se prevén de forma preliminar y limitada a través de un reglamento de la UE independiente, en consulta con el Reino Unido y hasta que se alcance un acuerdo final.