MURCIA (EP). España y otros 20 Estados miembro han reclamado este miércoles a la Comisión Europea que incluya la gestión del agua entre las principales prioridades para la próxima legislatura y que impulse la mejora de la seguridad y la resistencia hídricas para hacer frente a los cada vez más recurrentes episodios de sequía en toda la UE.
Una veintena de países de la UE se ha sumado a esta iniciativa de la ministra de Medio Ambiente, Clima y Agua Portugal, Maria da Graça Carvalho, que ha remitido estas peticiones al vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, y al comisario de Acción por el Clima, Wopke Hoekstra, en una carta a la que ha tenido acceso Europa Press.
La misiva, firmada por Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Francia, Grecia, Italia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal y Rumanía, ensalza el agua como "recurso estratégico y vital" con un papel clave en el mantenimiento de la vida, la regulación de los ecosistemas, el buen funcionamiento de la economía y el bienestar ciudadano.
No obstante, advierte de que el agua está "cada vez más sometida a la presión de la crisis climática, con un aumento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos" como sequías, escasez de agua o inundaciones, que "han dejado de ser una anomalía en Europa".
Los firmantes recuerdan que, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, alrededor del 20% del territorio europeo sufre estrés hídrico cada año con un coste económico que ronda los 9.000 millones de euros anuales -cifra que excluye los daños a los ecosistemas, y podría alcanzar los 65.000 millones de euros anuales a finales de siglo-, mientras que un estudio publicado de la Comisión Europea en 2021 estimaba en al menos 14.000 millones de euros los costes totales de mitigación de los riesgos de inundación para el periodo 2016-2021.
Frente a estas previsiones, esta nutrida mayoría de países reclama medidas concretas para impulsar la seguridad y la resistencia hídricas en toda la UE, algo que, a su juicio, debería ser una "prioridad máxima" en la agenda para los próximos cinco años.
Asimismo, piden "una mayor inversión en la adaptación de las actividades y los territorios a los escenarios de cambio climático, utilizando instrumentos financieros tanto tradicionales como innovadores capaces de movilizar y potenciar la inversión privada", conscientes también de que reforzar la gestión del agua en la UE requerirá una movilización "estratégica" de conocimientos, tecnología e innovación.