MADRID (EP). El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha asegurado este viernes que el acuerdo con agentes sociales sobre la reforma de las pensiones está "muy cerca" y ha avanzado que no se penalizará la jubilación anticipada de las personas despedidas este año.
Escrivá, en una entrevista en TV3 recogida por Europa Press, ha asegurado que ya hay un acuerdo programático sobre la reforma del sistema de pensiones y que en estos momentos se está intercambiando con los agentes sociales el texto legal. "Ellos quieren ver cómo se va a plasmar eso en la Ley General de Seguridad Social", ha explicado.
Lo que incorpora el primer paquete, según Escrivá, es que exista un mecanismo de grado indefinido que genere certidumbre a todos los pensionistas de que sus pensiones en todo momento se van a revalorizar con el IPC y van a mantener el poder adquisitivo.
También se reforma el marco de jubilación anticipada voluntaria para propiciar que la edad efectiva de jubilación se aproxime a la ordinaria legal, que llegará a los 67 años. "Eso se hace siempre con incentivos, no se cambia la edad legal", ha asegurado.
En este sentido, ha señalado que se ha comprobado que en España hay margen para desincentivar la jubilación anticipada y propiciar más jubilaciones demoradas, aunque no se penalizaría la jubilación anticipada en los despidos de este año, confirmando la información avanzada este viernes por 'El País'.
"No queremos que alguien que tenía pensado tomar una decisión se vea afectado por un cambio normativo sobrevenido. No se trata de que alguien en este momento tenga que cambiar su comportamiento de forma súbita", ha señalado.
Sobre las negociaciones para la cotización de autónomos por ingresos reales, Escrivá ha apuntado que en los próximos meses espera poder concretarlo, aunque ha anticipado que con este sistema 2 de cada 3 autónomos van a cotizar menos de lo que hacen ahora.
El ministro ha defendido que es la quinta vez que se acuerda con el diálogo social un decreto ley desde el principio de la pandemia y todas las negociaciones terminan al límite del tiempo. "No es extraordinario terminar tan justos de tiempo", ha defendido. En este sentido, ha señalado que los plazos se alargan cuando hay una fecha límite en el proceso negociador, que "tiende a extenderse y a acercarse a esa fecha".
Escrivá ha asegurado que no se ha visto "en peligro" la negociación, aunque haya habido discusiones y discrepancias en ciertos puntos de la prórroga hasta llegar a lo que ha calificado como "un buen acuerdo".
Uno de esos puntos de discrepancias fue la propuesta del Gobierno en la negociación es dar estímulos para que el empresario que pueda correr "un poco más de riesgo", saque a sus empleados del ERTE para empujar la recuperación. "Es un empujón adicional", ha remarcado. De cara a una nueva prórroga en septiembre, el ministro ha señalado que se tendrá que ver cómo está el país y en qué grado de recuperación, pero espera que lo que haya que hacer sea "muy poco".
Actualmente, hay unos 550.000 trabajadores, de los que 150.000 aproximadamente corresponden a Cataluña, según el ministro, y están muy concentrados en los sectores influidos por el parón de la actividad, como la hostería, aerolíneas o agencias de viajes que según ha avanzado, "se van a ver recuperados claramente". "Lo lógico es que en septiembre, si el proceso de inmunización sigue como esperamos, estemos en una situación mucho mejor de la actual", ha remarcado.
En cuanto al mecanismo permanente de flexibilización y estabilización del empleo que ha comprometido el Ejecutivo tras el fin de los ERTE transitorios por la crisis, Escrivá ha señalado que se tendrá que acordar con los agentes sociales, que "deseablemente" estará a finales de 2021. "La clave de los ERTE estructurales tiene que incorporar un elemento central que es la formación", ha avanzado el ministro.
Sobre la reforma del sistema de financiación autonómica, Escrivá cree que no es un tema fácil si se quiere alcanzar consenso con las comunidades autónomas. No obstante, opina que es un tema central que hay que abordar "antes o después".
En este sentido, Escrivá aboga por mirar no solo a los ingresos sino también a prestar atención a los gastos y la eficiencia con la que se ejecutan para después actuar.