ANÁLISIS

¿Es buen momento para comprar bonos?

2/06/2022 - 

MADRID. La inflación ha vuelto. Hacía cuatro décadas que los inversores no se enfrentaban a un nivel tan elevado, lo que está poniendo en entredicho los métodos tradicionales de diversificación e inversión en multiactivos.  La distribución de carteras preferida durante mucho tiempo, 60/40 de renta variable y renta fija, ha resultado ser insuficiente. La pérdida de valor de la renta fija y de la renta variable es simultánea, por lo que los inversores ya no pueden confiar en que la renta fija les proporcione diversificación frente a la renta variable.

Pero, ¿podríamos asistir a la resurrección del papel de la renta fija en los próximos 12 meses? Creemos que sí y estamos atentos a las señales adecuadas para aumentar la exposición, aunque somos conscientes de que el momento elegido podría ser de suma importancia. El camino para que las carteras se vuelvan a llenar de bonos es probable que sea accidentado. De hecho, hay tan poca claridad sobre el eventual escenario macroeconómico que se podría comparar este viaje con conducir de noche, en una tormenta y sin faros. La situación es increíblemente volátil, ya que factores como la geopolítica, la política monetaria y las interrupciones de la cadena de suministro podrían cambiar en un instante, lo que llevaría a sobrepasar (o subestimar) los objetivos.

Entonces, ¿qué indicadores buscamos en el camino? Bueno, la historia no se repite, pero a menudo rima y podemos mirar al pasado para orientarnos. Cuando la Reserva Federal ha subido los tipos de interés en el pasado, hemos tratado de establecer en qué momento se estabilizan los rendimientos de los bonos durante los ciclos de subida de tipos. Si nos remontamos a la década de 1980, los datos sugieren que el ciclo de subida de tipos tiene que llegar a su punto álgido antes de que los rendimientos de los bonos alcancen su punto máximo.


¿Cuánto tiempo creemos que durará este ciclo de subida de tipos? Prevemos un ciclo de subidas que no difiere demasiado de lo que actualmente está descontado en los mercados, pero la distribución en este caso puede ser bastante amplia. Podríamos llegar a un punto a finales del verano, después de unas cuantas subidas de tipos de 50 puntos básicos más, antes de sentirnos cómodos con la idea de que estamos entrando en la fase final del ciclo de subidas de la Fed. Podría ser antes, o tardar más; tendremos que esperar y ver.

También observamos una serie de indicadores de crecimiento e inflación que nos permiten comprobar que el crecimiento se está ralentizando de forma significativa y que las presiones inflacionistas han tocado techo y se están recuperando. En cuanto al crecimiento, seguimos de cerca el índice del Instituto de Gestores de Suministros (ISM) y el índice Citigroup Economics Surprise (CESI). En cuanto a la inflación, esperamos que la inflación subyacente (en lugar de la general) caiga a niveles más habituales, ya que esto podría indicar el fin de las subidas de la Fed y una mayor certeza de que la inflación está tocando techo. Ahora mismo, la inflación es un verdadero desafío. No la habíamos visto a estos niveles desde los años 70 y 80, y necesitamos señales de que no se está produciendo una espiral de precios-salario. 

Niveles objetivo

Aunque también tenemos en mente niveles objetivo para los rendimientos de los bonos antes de empezar a construir de nuevo las participaciones, preferimos combinarlos con los indicadores fundamentales señalados anteriormente, en lugar de basarnos únicamente en los niveles de rendimiento. ¿Existe el peligro de que los tipos de interés suban mucho? En este momento, posiblemente. Pero debido a la magnitud de la deuda en la economía, es probable que el nivel al que pueden subir los tipos sea mucho menor que en el pasado.

Aunque el nivel de los rendimientos es importante, también lo es la tasa de cambio de los mismos. Si los consumidores, las empresas y los gobiernos esperan reembolsar la deuda a un tipo de interés y éste cambia de repente, la diferencia es grande y afecta a todo tipo de decisiones, desde el gasto hasta la inversión. Por ahora, estamos revisando los neumáticos, repostando y preparándonos lo mejor posible para el desconocido viaje que nos espera.

Carl Jones es director de inversión senior de abrdn

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