Foto: Caroline van der PlasMURCIA. Las recientes elecciones regionales de Holanda han supuesto una verdadera revolución en el mapa político del país. El Movimiento Campesino-Ciudadano (BoerBurgerBeweging–BBB) que defiende los intereses del mundo rural se ha convertido en la fuerza política más votada. El país de los tulipanes, los molinos y las bicicletas ha experimentado una auténtica revolución en respuesta a las restrictivas políticas agrarias de su Gobierno.
El resultado ha sido consecuencia de las extremas políticas medioambientalistas que las fuerzas políticas tradicionales están impulsando en los últimos años y que dificultan la actividad agropecuaria. Este sector es muy importante para la economía del país, segundo productor agrícola mundial gracias a sus más de 53.000 explotaciones y cuyas exportaciones representan un 10% de su PIB.
"Se legisla a espaldas del sector agroganadero"
Lo ocurrido no es excepcional ya que en los últimos años se ha ido incrementando el descontento en el sector agrario de la mayoría de los países de la UE, provocado por los elevados costes de producción y la excesiva presión regulatoria que los gobiernos están aplicando sobre los agricultores y ganaderos.
En Europa, el campo está siendo condenado en nombre de la sostenibilidad, con un discurso ecologista radical que en demasiadas ocasiones esconde negocios o transacciones de dudoso interés general. Se legisla a espaldas del sector agroganadero provocando un creciente cierre de explotaciones con las indeseadas consecuencias de fomentar la despoblación rural.
En España también es creciente el descontento del mundo rural hacia unas políticas ambientales que castigan y dificultan la actividad agraria. Prueba de ello, son las diferentes manifestaciones que centenares de organizaciones del sector primario están realizando para poner de manifiesto su situación crítica y la necesidad de revisar la política de trasvases, las medidas para la implantación de parques solares, uso fertilizantes, etc..
La adopción de la agenda 2030 como una verdad inamovible está ocasionando un fuerte deterioro de la convivencia y la cohesión social. Se señala a los agricultores y ganaderos como responsables del deterioro del planeta por producir alimentos mediante una agricultura intensiva; mientras que se estimula el cultivo intensivo sin controles sanitarios, laborales y ambientales en otros países.
"Los agricultores y ganaderos están cansados de ser usados como moneda de cambio en las negociaciones"
Se permite la importación de productos agrícolas con residuos fitosanitarios que están prohibidos en la UE provocando una competencia desleal que lesiona gravemente los intereses locales. Como ejemplo, Bruselas plantea multiplicar hasta por nueve la tolerancia de triciclazol (plaguicida prohibido en Europa) con el objetivo de favorecer la entrada de arroz procedente de Asia, perjudicando a los agricultores nacionales.
En España, cada vez hay más voces que reclaman un cambio en las políticas ambientales y agrarias para facilitar el trabajo en el campo. Se trata de reformar la legislación para conseguir alcanzar la soberanía alimentaria que garantice los abastecimientos de alimentos a precios adecuados. El campo ya no puede más y está diciendo "basta ya", por lo que volverá a movilizarse el 14 de mayo en Madrid.
Los agricultores y ganaderos están cansados de ser utilizados como moneda de cambio en las negociaciones internacionales. Ven cómo se intenta aprovechar la buena fe de las gentes para enmascarar otros intereses ideológicos o económicos. Quieren recuperar el prestigio que supone producir alimentos para mejorar la calidad de vida de las personas.
Lo ocurrido en Holanda puede ser la espoleta para que la sociedad reaccione y obligue a las administraciones a cambiar y reconocer la necesaria labor que realizan agricultores y ganaderos en la conservación del medio ambiente, la alimentación, la creación de empleo y la lucha contra la despoblación rural.
Miguel Ángel Cámara Botía
