CARTAGENA. En declaraciones a La Sexta Xplica, Íñigo Errejón, líder de Más País, integrado en Sumar, ha sostenido que el encaje entre Cataluña y España tiene que ser votado por los catalanes y solo por los catalanes. Esa misma expresión, un pacto entre Cataluña y España, ya implica que, según Errejón, Cataluña no forma parte de España. También implica que la soberanía de España no se extiende a todo su territorio, sino a una zona indeterminada, de la que no forma parte Cataluña. De otro modo, la votación no se produciría solo en Cataluña, sino en toda España. En resumen, la propuesta de Errejón choca frontalmente con las estipulaciones de la Constitución y aplicarla supondría modificarla mediante un mecanismo ajeno a su articulado.
"ni Ayuso, ni Feijóo, ni Abascal han sido condenados por sedición, delito que cometieron los aliados de Sumar"
Preguntarse por qué Errejón va contra España no tendría mucho sentido. De hecho, lo excepcional sería que un ultraizquierdista como él apostase por España como nación. Y digo ultraizquierdista porque, que yo sepa, no hay nada en España a la izquierda de Sumar. Ya sé que el manual de estilo del diario El País reserva el término "ultra" para la extrema derecha. Sensu stricto, para los simpatizantes de Vox; sensu lato, para todo lo que haya a la derecha del PSOE. Pero como no hay ningún segmento que tenga solo un extremo, sino que todos tienen dos extremos, si hay una extrema derecha en España tiene que haber también una extrema izquierda. Y, si la primera es Vox, la segunda es Sumar (y Bildu e IRC). Aclarado esto, la pregunta es por qué la extrema izquierda española y buena parte del PSOE, aunque no la totalidad, se opone de corazón a la unidad de España, a su soberanía, a su bandera y al idioma castellano. Quizás sea porque confundan a España con el franquismo, pero no todos son tan iletrados como para cometer ese error grosero. Había España antes de la dictadura de Franco y hubo España después de la dictadura. Y aviso a navegantes: había España antes de la Constitución y seguiría existiendo si reventasen la Constitución. La que se la juegan son los que tratan de dinamitar la permanencia de España; no las que la defendemos. Se arriesgan demasiado y luego vendrán las lamentaciones y las fugas a Bélgica en maleteros.
Dijo también Errejón que el PP trata de incendiar Cataluña para sacar provecho en España y que el PSOE trata de anestesiarla para evitar que los catalanes voten sobre su futuro. Seguía, pues, en su línea de oponerse a España, como el resto de la ultraizquierda. La verdad es que no puedo ofrecer una respuesta al enigma de por qué muestran esa conducta, que no se da en ninguna otra nación europea. Tanto la izquierda francesa como la italiana y la alemana son tan patrióticas como sus respectivas derechas. No es el caso de España, como Errejón vino a confirmar. Y lo repitió cuando se lo repreguntaron. Aunque Yolanda Díaz ha tratado de sobrevolar ese debate, no tuvo empacho Errejón en reforzar la petición de un referéndum excluyente que ya habían planteado desde los Comunes en Cataluña. Se quiera o no, el triunfo electoral de Sumar pondría en crisis la estabilidad constitucional de España, toda vez que programar un referéndum solo en Cataluña forzaría la intervención de la corona, símbolo de la unidad de España y de su continuidad como nación, y posiblemente de las Fuerzas Armadas, a las que la Constitución ha encargado defender la soberanía de España y su integridad territorial. Ellos verán.
En la misma línea de Errejón, el comentarista Benjamín Prado nos aclaró que el triunfo electoral de la suma del PP y Vox equivaldría a un 23 de febrero sin tanques. Esa delicada alusión al intento de golpe de Estado del coronel Tejero implica negar de frente el carácter democrático ya sea del PP, ya sea de Vox, ya sea de ambos. Sin embargo, los únicos que han infringido la Constitución en España han sido son, hasta ahora, Izquierda Republicana de Cataluña, Juntos por Cataluña (en 2017) y ETA a lo largo de muchos años. Hasta ahora, ni el PP ni Vox han asesinado españoles ni han promulgado nada anticonstitucional en ninguna de las regiones donde han gobernado. Y, lástima para el argumento de Prado, los aliados del PSOE y de Sumar son precisamente esas fuerzas políticas que ya han tratado en el pasado de violentar la Constitución. En suma, si prescindimos de prejuicios y nos atenemos a los hechos, lo más parecido a Tejero que ha habido después en España han sido los señores Junqueras y Puigdemont. Y eso sin contar al socialista Maragall, que promovió un Estatuto de Autonomía completamente inconstitucional. Y sin mencionar, para que no se ofenda nadie, a Txapote.
Conclusión: Errejón, como todos los de su entorno, sigue en su campaña contra España y Benjamín hace más caso a sus fantasías que a los datos históricos. Por más que insista, ni Ayuso, ni Feijóo, ni Abascal han sido condenados por sedición, delito que cometieron los aliados de Sumar. Y Txapote, además, asesinó. Vaya vista, Prado.
JR Medina Precioso