VALENCIA. Tal y como viene contando este diario de un tiempo a esta parte, las sociedades de inversión de capital variable -más conocidas como sicavs- tienen los días contados tras la entrada en vigor el pasado uno de enero de los nuevos requisitos. Sin ir más lejos hace unos días Plaza ya contó que solo en las tres primeras semanas de enero de 2022, una treintena había informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su decisión de bajar la persiana.
Como también dieron cumplida información sobre ello la decena de expertos financieros consultados por este diario. Lo hicieron en un panel de opinión publicado a principios de enero. O como el artículo de Rafael Juan y Seva, socio director de Wealth Solutions y presidente de Finletic, bajo el titular 'Ganadores y perdedores por la disolución de las sicavs' publicado el pasado día 28.
Pero la situación se ha agravado en los últimos días de enero, dado que hasta ayer día 31 a las 23:59:59 horas tenían de plazo los responsables de las sicavs para informar al supervisor sobre su futuro. Y como era de esperar la institución presidida por Rodrigo Buenaventura no ha parado de recibir hechos relevantes de las respectivas gestoras de estos vehículos de inversión en las últimas fechas. Sin ir más lejos ayer fueron más de 400 comunicaciones donde la práctica totalidad informaban de que optaban por dar carpetazo.
Hasta media tarde de ayer, la CNMV acumulaba unas 850 respuestas de cierre de sicavs, es decir, más de un tercio respecto a las 2.307 que circulaban por España al cierre del pasado ejercicio. Un año donde, tal y como informó Plaza la semana pasada, pasaron a mejor vida 127 sociedades, el 5,22% del total cayendo a mínimos de 2002. Datos obtenidos del último informe de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco).
A falta de contabilizar las últimas horas del plazo dado por el supervisor, la gran mayoría de sicavs han anunciado que propondrán a sus respectivas juntas de accionistas un acuerdo para la disolución y liquidación de la sociedad. Por su parte, en torno a medio centenar han comunicado su intención de perder el estatus de sicav y transformarse en sociedad anónima, limitada o de inversión libre; mientras cerca de 70 confirmaban que tenían previsto mantener su régimen actual, si bien en algunos casos con modificaciones del tipo impositivo aplicable.
Conviene recordar que el pasado 1 de enero entró en vigor la nueva ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, que establece que las sicav que no cumplan el requisito de que cada uno de sus al menos 100 socios alcancen una inversión mínima de 2.500 euros pasarán a tributar por un 25% de su beneficio, frente al 1% al que lo hacen actualmente.
El cambio normativo establece un régimen transitorio durante 2022 por el que se puede acordar la disolución y liquidación de estas sociedades sin costes fiscales y diferir la tributación de las ganancias derivadas de la liquidación, siempre que los accionistas reinviertan la totalidad de su cuota de liquidación en otras instituciones de inversión colectiva (IICs) españolas.
Las personas jurídicas no podrán disfrutar de este régimen de traspasos, pero tienen opciones como la disolución y liquidación sin reinversión de las cuotas o la transformación en sociedad anónima o limitada, una decisión que depende, entre otros factores, del volumen de ganancias de la sicav en cuestión.