MADRID. Los efectos cutáneos secundarios provocados por los equipos de protección individual (EPIs) pueden influir en el rendimiento laboral de los profesionales sanitarios, según ha avisado el dermatólogo del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada, Francisco José Navarro Triviño.
Y es que, tal y como ha explicado, durante la pandemia del coronavirus las personas que han atendido a pacientes con Covid-19 han necesitado llevar EPIs para evitar contagiarse, si bien estos equipos pueden provocarles eczemas irritativos en diferentes zonas corporales.
Así, el uso de guantes y el reiterado lavado de manos con jabones, detergentes, o soluciones hidroalcoholicas, son el principal factor relacionado con el eccema irritativo de manos; mientras que el continuo de mascarillas y gafas de protección son la principal fuente de contacto para la aparición del eccema en la cara y orejas.
Además, el doctor ha comentado que el cuero cabelludo también puede verse afectado por el uso continuo de gorros, principalmente agravando dermatosis previas conocidas por el paciente como la dermatitis seborreica. En el tronco, las zonas de pliegues como las axilas también se observan afectadas por la oclusión, fricción, y el aumento de la sudoración relacionada con los trajes de protección individual.
"Como podemos sospechar, el cuidado de la piel en estas personas es clave para evitar una evolución desfavorable, frenar el proceso inflamatorio de la piel, y mantener en perfecto estado la barrera cutánea. Todo ello podremos conseguirlo con una educación correcta y holística en el cuidado cutáneo", ha recalcado.
Por ello, el experto ha aconsejado a los profesionales sanitarios que eviten el uso de maquillaje y joyas durante la jornada laboral; usen guantes de algodón como primera capa, encima coloquen los de vinilo o nitrilo y los cambien cada 30 o 40 minutos; lavarse las manos con jabones suaves, libres de fragancias y con pocos conservantes; se duchen con agua templada durante menos de 10 minutos; se sequen con cuidado la piel; utilicen un champú suave o equilibrante; y se apliquen cremas emolientes en las manos entre dos y tres veces al día.
"Hay ciertas dermatosis que pueden verse agravadas por el uso de equipos de protección individual. Se recomienda utilizar aquellos tratamientos previos que el paciente conoce y que han sido indicados por su dermatólogo de referencia. En caso de que la evolución no sea favorable, es preferible una nueva valoración por el especialista con la finalidad de ajustar el tratamiento según las condiciones del paciente", ha zanjado.