MURCIA. La piel de los niños es más frágil que la de los adultos, por eso los expertos insisten en la importancia de cuidarla especialmente, sobre todo en verano, cuando la piel está más expuesta a las agresiones del sol. “El 39% de los niños se queman frecuentemente cada verano”, según señaló la doctora Aurora Garre, Medical Marketing Manager en los laboratorios de dermocosmética ISDIN, por lo que los especialistas destacan la importancia de enseñar a los niños a protegerse del sol, previniendo así posibles lesiones y enfermedades, incluido el cáncer de piel.
La doctora Garre recordó que “las quemaduras solares en la infancia son uno de los mayores factores de riesgo para la aparición de un melanoma”. En este sentido, manifestó que los estudios apuntan a que “sufrir 5 quemaduras de piel antes de los 20 años aumenta el riesgo de sufrir melanoma en un 80%”.
Por este motivo, explicó que es importante ser conscientes, ya desde pequeños, de la importancia de una fotoprotección adecuada para prevenir los efectos que las radiaciones solares pueden tener en la salud, desde el fotoenvejecimiento prematuro hasta el cáncer de piel.
Para conseguir esta concienciación de la sociedad, los laboratorios ISDIN hace años que llevan a cabo acciones formativas, de la mano de profesionales sanitarios, y para dar visibilidad a esta problemática. Entre ellas, la ‘Campaña Escolar de Fotoprotección’ que, con 27 años de trayectoria, ya ha formado a más de 6 millones de niños y niñas, alumnos de las más de 10.000 escuelas que han participado en la iniciativa.
“Es muy importante que desde la escuela incluyamos contenido educativo a otros niveles, más allá del puramente académico, que fomente la salud entre los pequeños”, afirmó Ramon Fradera, director de la Escuela Can Massallera de Sant Boi de Llobregat.
“De esta forma, todo lo que aprendan en la escuela lo integrarán en su conocimiento de una forma natural que les ayudará a tener unos hábitos más saludables en la etapa adulta”, añadió el docente. “Es importante que desde pequeños sepamos que tomar el sol sin unos hábitos adecuados puede tener consecuencias en la salud de nuestra piel, no solo lo más inmediato y evidente como las quemaduras, sino a largo plazo, como el fotoenvejecimiento prematuro o incluso el cáncer de piel”, añadió la doctora Aurora Garre.