MURCIA (EFE/Sol Carreras). El PSOE confía en ganar el pulso territorial al PP en las elecciones de mayo de 2023, pero es consciente de la necesidad de sumar fuerzas con otros partidos de izquierda, sobre todo en autonomías como la Comunitat Valenciana o Baleares, y por eso aguarda con "expectación" el mapa de candidaturas de Podemos.
La celebración del 40 aniversario de la victoria del PSOE en las elecciones generales de 1982, con el multitudinario acto del sábado en Sevilla, ha supuesto una inyección de optimismo para el partido, que ha recordado con orgullo lo logrado a lo largo de estos años con los gobiernos de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez.
Pero esta histórica victoria también ha hecho al PSOE más consciente de las diferencias respecto a la situación política actual, en la que los pactos y los gobiernos de coalición con otros partidos son casi siempre una obligación ante la ausencia de mayorías absolutas.
Una realidad que volverá a ser evidente en las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo, antesala de las generales previstas a finales de 2023.
Fuentes de la Ejecutiva Federal del PSOE aseguran a EFE que afrontan con optimismo las elecciones más inmediatas, en mayo de 2023, ya que las encuestas internas que manejan son positivas, aunque reconocen que no todo está en su mano, porque dependen de otras fuerzas como Podemos para formar gobierno.
"Estamos expectantes por las candidaturas electorales que cierren para las próximas elecciones, aún no han aclarado qué van a hacer", comentan.
Ahora mismo, la única certeza a la izquierda del PSOE para las próximas elecciones municipales y autonómicas es que no participará el proyecto Sumar que lidera Yolanda Díaz.
Sí lo hará Podemos, aunque aún no ha concretado en qué lugares y con qué tipo de alianzas electorales, aunque probablemente sea sin el paraguas de la marca Unidas Podemos por deseo de IU.
El papel de la formación morada puede llegar a ser clave a la hora de revalidar victorias del PSOE en comunidades autónomas como la Valenciana, donde el socialista Ximo Puig gobierna en coalición con Compromís y Unides Podem.
También en Aragón, donde Javier Lambán cuenta con Podemos-Equo, Chunta Aragonesista y Partido Aragonés como socios de Gobierno, y en Baleares, donde Francina Armengol lidera un Ejecutivo de coalición junto a Més per Mallorca y Podemos.
Diversas fuentes socialistas coinciden en la necesidad de contar con partidos a su izquierda fuertes para mantener el poder en estos territorios y apelan para ello a la "responsabilidad" de sus socios.
El panorama para el PSOE es distinto en comunidades autónomas donde gobiernan en solitario como Castilla-La Mancha o Extremadura, donde fuentes de la Ejecutiva Federal aseguran que las expectativas electorales son muy buenas.
En estos casos el electorado del PSOE es más conservador, especialmente en Castilla-La Mancha, cuyo presidente, Emiliano García-Page, es uno de los barones más críticos con el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos que preside Pedro Sánchez.
Fuentes socialistas restan importancia a las discrepancias existentes entre Sánchez y barones como Page o Lambán, que achacan fundamentalmente a las particularidades de cada territorio, y aseguran que en la mayoría de las comunidades autónomas contar con el apoyo de Sánchez suma de cara al electorado.
Sin embargo, un destacado líder socialista que comulga con esta opinión confiesa que echa en falta más debate interno en el PSOE, donde asegura que prevalece una política "presidencialista", en línea con la tendencia actual en la mayoría de partidos.
Donde hay pocos motivos para el optimismo es en la Comunidad de Madrid, ya que fuentes de la Ejecutiva Federal del PSOE dan por hecho que volverá a ganar Isabel Díaz Ayuso, aunque creen que con menor distancia.
Y a nivel municipal la gran incógnita sigue siendo el candidato por el que apueste el PSOE para el Ayuntamiento de Madrid, una duda que se resolverá como tarde el 21 y 22 de noviembre, con la presentación de las precandidaturas, aunque fuentes de Ferraz aseguran que presentarán a un ministro del Gobierno de Sánchez.
Más allá de la situación concreta de cada territorio, en el PSOE están convencidos de que el PP de Alberto Núñez Feijóo ha tocado techo en las encuestas y confían en que las medidas aprobadas por el Gobierno de Sánchez para hacer frente a la crisis energética y la elevada inflación calen en el electorado.
"Nos empieza a ir bien porque a la gente le está yendo mejor que hace meses", sostiene un miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, que afirma que el partido está recuperando "espacio y oxígeno desde la calma y la solvencia".
Con este contexto, Sánchez aprovechará los próximos meses para promocionar su imagen de líder socialista, tanto a nivel nacional como internacional.
Primero con un acto previsto el próximo 12 de noviembre en Madrid para celebrar el tercer aniversario de su victoria en las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019.
Y a finales de noviembre con su elección como presidente de la Internacional Socialista, la organización que agrupa a la mayoría de partidos políticos socialdemócratas, socialistas y laboristas del mundo y que celebrará su próximo Congreso en Madrid.