A medida que se acercan las elecciones presidenciales en EEUU, el temor a una elección disputada comienza a preocupar a los inversores. La posibilidad de que los resultados no sean claros o que se presenten impugnaciones podría desestabilizar el mercado bursátil, que ha disfrutado de un fuerte crecimiento en 2023.
Las encuestas recientes muestran una carrera ajustada entre Kamala Harris y Donald Trump, con Harris liderando ligeramente en algunas mediciones. Esta situación aumenta las posibilidades de un resultado reñido y, dado el historial de Trump en 2020, muchos anticipan que podría intentar desafiar cualquier derrota.
El equilibrio de poder en el Congreso también agrega incertidumbre, ya que varias contiendas son igualmente ajustadas. Walter Todd, director de inversiones en Greenwood Capital, señala que esta elección será muy cerrada, lo que incrementa la probabilidad de disputas legales. Para los mercados, esta incertidumbre podría traducirse en caídas, ya que a los inversores no les gusta la falta de claridad.
A pesar de estos riesgos, el mercado ha seguido avanzando, con el S&P 500 alcanzando máximos históricos y un incremento del 21% en lo que va del año. Sin embargo, el aumento en el Índice de Volatilidad Cboe (VIX) sugiere que los inversores están comenzando a prepararse para turbulencias. Algunos ya están considerando estrategias de cobertura mediante contratos de opciones de venta, que pueden generar ganancias en caso de caídas bursátiles.
El verdadero riesgo no radica tanto en los resultados, sino en cómo la población podría percibir la legitimidad de las elecciones. Un resultado impugnado podría provocar una fuerte caída en el mercado, especialmente si se prolongan los litigios.
Aunque precedentes de elecciones disputadas son raros, el caso de 2000 entre George W. Bush y Al Gore, que tardó más de un mes en resolverse, muestra el impacto que una situación así puede tener.
En ese periodo, el S&P 500 cayó un 5%, afectado también por la incertidumbre en torno a las acciones tecnológicas.
A medida que las elecciones se acercan, los inversores deben estar preparados para un posible aumento de la volatilidad, pero la historia sugiere que una vez que la incertidumbre disminuye, los mercados tienden a recuperarse.