MURCIA (EFECOM). El Banco Central Europeo (BCE) ha avanzado en los últimos meses en la preparación de un euro digital con altos estándares de privacidad, que permita los pagos digitales sin conexión y con una metodología para calibrar los límites de tenencia.
El organismo ha publicado este lunes su primer informe sobre los progresos realizados en la fase de preparación del euro digital, que se lanzó el pasado 1 de noviembre con el objetivo de sentar las bases para la posible emisión de la moneda.
El BCE tiene como objetivo decidir a finales de 2025 si el euro digital pasa a la siguiente fase y este solo se emitirá tanto para su uso en línea como sin conexión una vez se haya adoptado la legislación pertinente por parte de la Unión Europea (UE).
En los primeros meses de la fase de preparación, el BCE ha diseñado altos estándares de privacidad para que los pagos tanto en línea como sin conexión se acerquen lo máximo posible a las transacciones en efectivo.
Así, incluye una funcionalidad sin conexión que ofrecería a los usuarios un nivel de privacidad similar al del efectivo para los pagos en comercios físicos y particulares, ya que los datos personales de la transacción solo serían conocidos por el ordenante y el beneficiario.
En el caso de las operaciones en línea, el BCE ha acordado en los últimos meses las características técnicas necesarias para garantizar que estas operaciones ofrezcan un nivel de privacidad mayor al de las actuales soluciones de pago, con medidas de última generación como el cifrado de datos, "sin olvidar la protección del usuario final frente al fraude".
Esto provocaría que los proveedores de servicios de pago solo tuvieran acceso a los datos personales necesarios para garantizar el cumplimiento de la legislación de la UE, como la normativa contra el blanqueo de capitales.
El BCE está trabajando en una funcionalidad sin conexión que permitiría a los usuarios pagar en estas circunstancias si han financiado previamente su cuenta de euro digital a través de internet o en un cajero automático.
Los pagos tendrían lugar directamente entre dispositivos sin conexión a internet, como móviles o tarjetas, que pertenecieran a los usuarios implicados en la transacción, sin depender de terceros.
En este sentido, el BCE ha evaluado las herramientas técnicas disponibles y otros aspectos esenciales, aunque ha avisado que su implantación efectiva dependerá en última instancia de los requisitos establecidos para los fabricantes de equipos y los proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas.
El BCE establecerá límites de tenencias de euros digitales y su posesión no estará remunerada con el objetivo de garantizar que se pueda utilizar ampliamente como medio de pago al tiempo que se preserva la estabilidad financiera y la transmisión de la política monetaria.
Además, los usuarios tendrían la opción de vincular su monedero digital en euros a una cuenta bancaria comercial, lo que les permitiría efectuar pagos a través de su monedero digital en euros sin necesidad de precargarlo con fondos.
El organismo ha comenzado a trabajar con un grupo de expertos de bancos nacionales y las autoridades competentes en una metodología de calibración para definir los límites de tenencia.
El BCE también ha finalizado la revisión provisional del primer borrador del reglamento del euro digital, que establece las normas y procedimientos, con el objetivo de tener una versión actualizada para finales de 2024 que incluya los capítulos pendientes, centrados en la identificación y autentificación de los usuarios y requisitos relativos a la infraestructura.
Paralelamente, publicó cinco convocatorias destinadas a establecer acuerdos marco con proveedores externos para el suministro de componentes del euro digital y servicios relacionados, que ahora procederá a seleccionar.
Por último, ha informado de que ha continuado aportando sus conocimientos técnicos a las instituciones europeas implicadas a medida que evolucionan las deliberaciones legislativas.