CARTAGENA (EFE).- El buque de la Armada Audaz ha zarpado este domingo desde su base en Cartagena para participar en un nuevo despliegue en la costa occidental de África y el golfo de Guinea durante cinco meses para la lucha contra la piratería y el tráfico ilegal y en misiones de diplomacia de la defensa y ayuda humanitaria.
La dotación es de 77 personas, ocho de ellas mujeres, de los que 10 son oficiales, catorce suboficiales y 53 marinos de tropa y marinería que visitarán doce países africanos y recorrerán más de 20.000 millas náuticas en los hemisferios norte y sur. Lleva a bordo un equipo de infantes de marina del tercio de San Fernando (Cádiz) para reforzar la seguridad y la capacidad de abordaje.
El almirante de Acción Marítima, Alonso Delgado, ha explicado que durante este segundo despliegue, el buque va a estar en países en los que existen "intereses comerciales, pesqueros o marítimos que deben ser protegidos" en una doble misión: seguridad marítima y cooperación.
"España no se ciñe a nuestras aguas jurisdiccionales", ha apuntado para subrayar que "la protección de nuestros intereses en las internacionales tiene una enorme repercusión en la seguridad del país", por lo que ha abogado en "ahondar en los lazos de cooperación con los países ribereños" manteniendo "una actividad proactiva y dialogante".
El Audaz está comandado por el capitán de corbeta Marcos de Sousa, quien cuenta con experiencia en misiones de este tipo, puesto de participó en la operación Atalanta.
No obstante, ha matizado que "hay una diferencia importantísima", pues el despliegue en el océano Índico occidental es una "operación naval enmarcada dentro de la política de seguridad y defensa de la Unión Europea", mientras que la actual misión en la costa occidental de África "no es ejecutiva".
"Lo que busca la Unión Europea es apoyar a los países ribereños y contribuir o coordinar esfuerzos para mantener siempre una presencia permanente capaz de reaccionar ante cualquier imprevisto", ha indicado.
Ha recalcado que "la misión está totalmente orientada a fomentar y contribuir a generar un entorno seguro" mientras se protegen "los intereses nacionales que España tiene allí".
Fuentes de la Armada han recordado que "la piratería y los actos de robo en la mar suponen un importante riesgo para la comunidad pesquera y marítima nacional que opera legítimamente en la región, en la que además proliferan múltiples tráficos ilícitos que proyectan amenazas sobre nuestro país".
Asimismo, la inestabilidad en esta zona, fuente de importantes recursos energéticos para España, pone en peligro la libre navegación por líneas marítimas esenciales para el país.