MADRID. La Reserva Federal estadounidense (FED) no modificó sus tipos de interés, tal y como se esperaba. Sin embargo, la retórica del anunció de prensa contrastó con los anuncios pasados. A pesar de que la inflación subyacente no disminuyó en noviembre y que la presión inflacionista del sector servicios se mantuviera al alza, Powell prácticamente dio a entender que la FED había culminado su ciclo de alza de tasas, y que no era necesario alcanzar la meta de inflación del 2% para empezar a considerar nuevos recortes.
El anuncio fue un regalo de Navidad para los mercados. Sin embargo, la alegría podría no ser muy duradera. El mercado laboral se mantiene robusto y los salarios siguen aumentando, si bien menos rápido que en los meses anteriores. La inflación subyacente no continuó disminuyendo y los salarios siguen aumentando.
Algo a resaltar es que el consejo de la FED cambió de opinión bastante rápido. Los factores que hace unos meses eran claves, como las condiciones de financiamiento que hacían el trabajo de la Reserva Federa o la inflación supercore, parecen haber pasado a un segundo plano.
Para el año entrante la volatilidad puede ser un factor clave. Además, será decisivo observar no sólo los datos de inflación y de la economía real, sino las perspectivas de endeudamiento del gobierno y los posibles cambios de opinión de la Fed.
Pablo Duarte es analista senior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch